Nos pasamos todo el día con el móvil en las manos, nos hemos vuelto adictos a nuestro smartphone, casi hasta convertirse en una prolongación de nuestro brazo. Sin embargo, esto puede cambiar con los relojes inteligentes. Los smartphones borraron los relojes de muchas pulseras, paradójicamente puede que ahora sean estos los responsables de su vuelta.

Los relojes inteligentes permiten ver quién nos llama, leer sms, mail o ver las notificaciones de Facebook, WhatsApp etc. También acceder a aplicaciones, controlar la música que está reproduciendo el smartphone, ver indicaciones de mapas, utilizar el manos libres y monitorizan datos de salud y deportivos como las pulseras inteligentes. Por cierto, los relojes inteligentes también dan la hora.

Pero lo cierto es que esta primera generación de relojes inteligentes no ha conseguido cautivar al gran público, quizás porque no son completamente independientes del móvil, sino que actúan como una pantalla de éste con la única novedad de que podemos llevarlo en la muñeca. Además, hay que tener en cuenta que no todos los modelos de relojes inteligentes son compatible con todos los móviles. El nuevo Apple Watch solo es compatible con iPhone y los Android Wear con la mayoría de los Android, aunque, eso sí, Samsung tiene algunos modelos de relojes inteligentes que solo son compatibles con sus teléfonos.

Además, las pantallas de estos relojes inteligentes son demasiado pequeñas para tener un control táctil total del dispositivo. Por ello, resultan de gran ayuda los asistentes controlados por voz Siri para Apple y Google Now en Android. Estos permiten reconocen órdenes y frases para acceder a información sobre el tiempo, activar el despertador o consultar direcciones en un mapa, entre otras funciones.

Y entre todas estas funciones no podemos olvidar las enormes posibilidades saludables que ofrecen los relojes inteligentes, tanto médicas como deportivas, y hacer que, de una vez por todas, nos pongamos en marcha para terminar con el sedentarismo. ¿Te apuntas?

Relojes inteligentes: el análisis