Álvaro Bilbao (41 años, Bilbao) es un neuropsicólogo especializado en el cerebro del niño. Algo tendrá que ver que sea padre de tres. Sus experiencias en consulta y en casa le han empujado a publicar tres libros. El último, ´Todos a la cama´, que acaba de salir a la calle, "es una guía que permite conciliar las necesidades del bebé con las de los padres aplicando grandes dosis de instinto, sensibilidad y sentido común". Estamos ante un especialista en educación familiar con gancho. Si en Madrid, su consulta tiene lista de espera; en Internet goza de ser un ´influencer´.

En lo que escribe, tanto en papel como en la Red, se aprecia un tono de seriedad, de querer ser preciso con sus valoraciones.

Intento tener en cuenta lo que dice la ciencia acerca del sueño infantil: no está todo dicho y está sujeto a una serie de procesos madurativos del cerebro. Además, en todas las culturas no se duerme igual.

¿De la literatura educativa con quién se queda y por qué?

Pues más que con Álvaro Bilbao, con la realidad de la mayoría de los padres. Si nos centramos en la realidad del sueño, ni Estivill tiene toda la razón ni podemos asegurar que el colecho (dormir con el bebé) sea la única respuesta. Lo valioso es saber qué cosas pueden ayudar a tu hijo.

Precisamente, por esa parte de misterio del sueño y la particularidad de cada familia, ¿cómo aborda las sesiones?

No hay una única respuesta. No es lo mismo la acción con un bebé de 6 meses que a uno de 6 años. Al primero no se le puede decir "ahora te toca dormir", porque su ritmo biológico es totalmente independiente de lo que nosotros creemos que hay que hacer; mientras que en el segundo caso, el niño ha de adaptarse a unas necesidades culturales, como ir a la escuela, para que su atención sea óptima.

Y para que los padres también pueden descansar bien.

La mayoría de los padres no se encasillan en métodos norteamericanos como Estivill o Ferber ni tampoco practican colecho exclusivo. El instinto se impone.

Curioso.

Sabemos que los niños tienen que ir ganando autonomía con el tiempo para dormir. Que con 15 años un chaval necesite que le acaricien la cabeza para acostarse...

¿Cómo nace ´Todos a la cama´?

Cada vez que daba una charla me encontraba con padres totalmente polarizados, que me preguntaban si con su hijo debían seguir el método Estivill o colechar. Me impactaba. También porque yo no los había aplicado y sentía que ninguna opción encajaba con lo que habíamos llevado a cabo en mi familia. Indagué en todo lo que estaba escrito y, en realidad, ninguna encaja con lo que asegura la ciencia.

¿Qué influencia tienen sus 3 hijos?

Que sea un libro práctico reuniendo mi visión como neuropsicólogo y como padre. Siempre, en mi vida, parto de un punto de equilibrio. No radicalizarse. Ni gritarles ni prohibir ni que hagan muchas extraescolares. El sentido común ha de mandar ante una de las situaciones más complicadas como es modular nuestros disgustos, alegrías e intereses. Entonces, yo relato los hábitos que he ayudado a adquirir a mis hijos.

¿Se encontró con dificultades?

Nuestra situación fue singular: nacieron muy seguidos y esto impedía que pudiéramos meterlos en la cama al mismo tiempo. Quisimos poner más atención en el recién nacido para que los mayores fueron adquiriendo autonomía desde nuestro respeto y cariño.

Ha asegurado que "al menos el 50% de la inteligencia de los hijos vendrá determinada por los genes. Otro 25% de compañeros de aula".

Sabemos que la inteligencia es multifactorial por la genética y la educación. Influye mucho la relación en las aulas. Es cierto que si los padres educamos a nuestros hijos en el sueño con orden, organización y cariño reduciremos su angustia y ansiedad.

Afirmó María Montessori que "el periodo más importante en la vida es desde el nacimiento hasta los seis años".

Sí y también lo malinterpretamos, cuando pretendemos que el niño asuma mucha información con actividades de música y idiomas. Puedes aprender chino a los 3 años o a los 40, pero la autoestima, la confianza en el mundo y el deseo de aprender ocurren casi, exclusivamente, durante los seis primeros años. Por ejemplo, la etapa más influyente del apego va desde los 6 meses hasta el año y medio. Por lo tanto, debemos estar atentos al contacto afectivo con nuestros hijos, la consideración a sus necesidades.

Para sentirse afortunados desde pequeños, los padres deberán transmitir buena vibra.

Relajación. Una frase que digo mucho es que "nuestros hijos no quieren unos padres perfectos, sino felices". Porque cuanto más disfruten los pequeños, mayor será su desarrollo intelectual. Con límites y orden, eso sí.

¿Qué tal les sienta pasar horas con el iPad?

Entre que el niño lea un cuento o sus padres se lo narren en formato papel o en formato digital, hay diferencia. Las nuevas tecnologías emiten un tipo de luz que afecta a una zona del cerebro que se llama supraquiasmático provocando que no se segregue melatonina, una hormona que nos permite entrar en el sueño. Detalles sutiles que condicionan al cerebro.

Dijo José Antonio Marina: "Los maestros tenemos la obligación de hacernos entender". ¿Esto se podría aplicar a madres y a padres?

Antes de preocuparnos de que nuestros chavales nos entiendan, hemos de ocuparnos en comprenderlos a ellos. Cuando te pide que te quedes con él un rato más en la cama no pienses que está teniendo morro.

¿Disminuye la calidad de vida con la maternidad-paternidad?

Por estudios científicos conocemos que la felicidad disminuye con el nacimiento de nuestros hijos, debido a que hacemos menos lo que nos apetece. Viajamos menos, vamos a menos conciertos... Sin embargo, contamos con mayores niveles de bienestar, es decir, más satisfacción.

Iñaki Escudero, fundador de Learning Gypsies, una familia que está viajando por el mundo desde hace un año para mejorar la educación infantil, dice que su hija de 12 años es la encargada de acostar a sus hermanos pequeños.

Jaja. No creo que haya ningún tipo de problema a partir de que los niños han dejado de tomar el pecho. Principalmente, quieren es sentirse acompañados. Cada familia es distinta.

Narran en su blog que les nació realizar este "viaje" de conocimiento porque sus hijos se aburrían con los métodos tradicionales y ellos apenas los disfrutaban 2 horas por la noche.

Bienvenido siempre que sean momentos de calidad. Si vas a llegar a tu hogar a las tres de la tarde y estás todo el rato mirando el móvil, olvídate.

Para generar esos momentos de calidad, ¿qué aconseja?

Que lo enfoquen como una oportunidad de disfrutar, de descubrir la vida a través de los ojos de su hijo para sacarle todo el provecho a esa experiencia.

¿Cómo?

Jugando mucho. Es la manera natural del niño adquirir confianza y habilidades sociales. Que sigan su instinto y no se dejen guiar por ideas rígidas.

Y para ir despidiendo el día y prepararse para dormir, ¿qué hacer para ser eficaz?

En el libro reflejo 8 pasos que facilitan mucho la tarea. Tiene que ver con la regulación de ciertos ritmos del cerebro. Por ejemplo, bajar las persianas porque en penumbra descansa mejor; que se sienta acompañado; ayudarle a que se acomode en posición horizontal; leerle un cuento? Para que sea más eficaz hay que hacer el proceso en el momento en el que el niño está más cansado. Así generamos hábitos positivos.