Seguro que cuando eras pequeño tu madre te dijo alguna vez eso de "no te bañes que se te corta la digestión" y tú te quedabas sentado en la toalla con cara de pocos amigos esperando a que las dos horas pasasen rápido para poder volver de cabeza al agua. Pero, ¿de verdad se debe hacer tiempo antes de bañarse?

La hidrocución, conocida popularmente como corte de digestión, es el estado sincopal que se produce por el cambio brusco de temperatura que se da cuando nos metemos de golpe en el agua. El contacto brusco de la piel y las vías respiratorias con la temperatura del agua hace que la respiración y la circulación se inhiban en un acto reflejo, provocando en muchos casos paradas cardiorrespiratorias.

El riesgo de sufrir un corte de digestión es independiente de la edad. Puede ocurrirle a cualquiera, tanto a un niño como a un anciano, aunque su gravedad suele ser mayor en personas de edad avanzada o con problemas de corazón, ya que además de los síntomas antes mencionados, tienen mayor facilidad para entrar en parada cardiorrespiratoria.

Todos los años muchas personas pierden la vida en las playas y piscinas españolas debido a este fenómeno por no tomar las precauciones necesarias para evitarlo. Sin embargo, al contrario de la creencia popular, la hidrocución no tiene nada que ver con los procesos digestivos.

El culpable de los cortes de digestión es el impacto que se produce al entrar en contacto con el agua, y no el hecho de haber comido nada más meterte. Este fenómeno puede llegar a producirse también en la bañera de casa, pero aquí hay menos peligro que en el mar o en la piscina ya que es más difícil ahogarse.

Pese a que esperar dos horas antes de bañarte no evita que se den las hidrocuciones, sí que hay que tener en cuenta algunos factores.

  • Es más probable que se produzcan los cortes de digestión cuando el agua esté especialmente fría o la temperatura corporal sea elevada: después de haber pasado mucho tiempo al sol, tras haber practicado ejercicio, por un día caluroso o tras las comidas copiosas que aceleran la quema de calorías.
  • Las comidas abundantes aumentan el riesgo de sufrir una hidrocución porque después de comer la sangre se acumula en el aparato digestivo y llega en menor cantidad al resto del cuerpo. Por ello, es recomendable, sobre todo entre los más pequeños, esperar entre una hora y media y dos horas antes de meterse en el agua.

¿Cómo evitar un corte de digestión?

De cualquier modo, para prevenir un corte de digestión siempre resulta aconsejable entrar en el agua poco a poco, mojando el cuerpo de manera progresiva, especialmente la cabeza.

Así, se adaptará gradualmente al cambio de temperatura y la consiguiente pérdida de calor no será tan brusca. También es recomendable evitar las largas exposiciones al sol y el ejercicio físico intenso antes y durante el baño.