Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) ha constatado un aumento de la incidencia de patologías osteomusculares, como dolor de cuello, lumbalgia o artrosis, como consecuencia de una excesiva práctica deportiva o por no emplear una técnica adecuada.

Así se desprende de los resultados publicados en la revista 'Nutrición Hospitalaria', cuyos autores concluyen que la actividad física, tanto el exceso como el defecto, se asocia al déficit de movilidad articular encontrado en todos los sujetos estudiados.

"Es desalentador que pacientes que cuidan sus hábitos de vida (normopeso, sueño reparador, dieta equilibrada) puedan dañar sus articulaciones (especialmente las rodillas) debido a una posible falta de información sobre la técnica y el cuidado de su sistema músculo-esquelético durante la práctica deportiva", han reconocido Magdalena López-Frías, Teresa Nestares y Carlos de Teresa, del departamento de Fisiología y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos José Mataix de la UGR y autores de esta investigación.

Mayor riesgo en mujeres

En España se calcula que entre el 10 y 40 por ciento de la población general presenta alguna patología osteomuscular, que son la primera causa de bajas laborales permanentes y representan un gran coste económico y social. Las más frecuentes son dolor de espalda lumbar (18,6%), artrosis (18,3%) y dolor cervical crónico (15,9%).

No obstante, en este trabajo han constatado que las patologías osteomusculares afectan más a las mujeres que a los hombres, y que en ellas las más frecuentes son la cervicalgia (dolor de cuello) y lumbalgia (dolor en la espalda baja).

"Las mujeres estudiadas manifiestan más dolor que los hombres, y las actividades en las que más se presenta este dolor son las actividades sociales, leer o ver televisión en el grupo cervicalgia; estar de pie y dormir en el de lumbalgia, y agacharse y dormir en el de gonalgia (dolor de rodilla)", apuntan los autores de la investigación.

Prevención

La mayoría de los pacientes presentaban normopeso (casi el 70%) y no fumaban ni consumían alcohol habitualmente, por lo que estos factores no parecen ser responsables de estas patologías en los pacientes del presente estudio.

Además, el déficit de micronutrientes en la dieta de los pacientes, tales como Vitamina D, Magnesio, Zinc, Vitamina E, Vitamina A y folato, podrían promover e incluso agravar las patologías que presentan por promover el estrés oxidativo, la inflamación y el dolor del músculo esquelético.

Los autores aseguran que para la prevención de estos trastornos hay que determinar factores de riesgo modificables, especialmente los relacionados con los hábitos de vida como son la nutrición, el ejercicio físico y los hábitos no saludables, entre ellos el consumo de alcohol y tabaco.