Es característico en los niños adolescentes que cuando les cambia la voz les aparece una protuberancia en la mitad del cuello que ya la tienen de por vida. Aunque siempre se ha creído lo contrario, las mujeres también la tienen, aunque de menor tamaño. A esta nuez también se la conoce como 'bocado o manzana de Adán', haciendo alusión al episodio del Pecado original del Génesis en el que Adán sufre cómo se le queda atravesado un trozo de fruta prohibida en la garganta.

La doctora Teresa Rivera, jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid, precisa que se trata de "la prominencia cervical conformada por la unión de las dos láminas del cartílago tiroides, la cual produce un relieve perceptible por debajo de la piel en la zona central del cuello". Según indica, esta protuberancia es "variable", siendo más grande en los hombres adultos. "En estos es tanto visible, como palpable, mientras que es mucho más pequeña en las mujeres, las cuales también la tienen pero son menos evidentes y abultadas", señala la experta.

En concreto, la 'manzana de Adán' o "prominencia visible del cartílago Tiroides", es el más grande de los cartílagos de la laringe. Comienza a ser observable en los varones durante la pubertad (entre los 11 y 15 años), condicionando los cambios que surgen en la voz en esta etapa. "Ambas láminas del cartílago Tiroides tienen una forma cuadrangular (alas) y el punto de unión entre las mismas forma un ángulo agudo que suele ser menor a los 90 grados en los hombres, mientras que en las mujeres este ángulo es más abierto y alcanza los 110 - 120 grados. Por eso es menos prominente", apostilla.

Según precisa Rivera, está compuesta de tejido cartilaginoso, especializado y flexible, que involucra en general las células de cartílago o condrocitos, fibras de colágeno y pericondrio (capa de tejido) como capa circundante del cartílago. Su función --añade_es la protección de las estructuras vitales para la fonación, especialmente de las cuerdas vocales; además proporciona la estructura y armadura de la laringe.

Mayor nuez, voz más grave

Las cuerdas vocales están en directa y estrecha relación anatómica y funcional con el cartílago Tiroides; el aumento progresivo de tamaño del cartílago condiciona una elongación y engrosamiento de las cuerdas vocales, todo esto en respuesta a los cambios hormonales (testosterona) generados durante la pubertad.

"Cuanto más grandes las cuerdas la voz es más grave. Así, en el caso de los hombres está relacionado con la testosterona, que produce un agrandamiento de esa nuez de Adán, pero en el caso de la mujer, con los estrógenos ( la hormona principal) no sucede esto, no agrandan esa nuez. Por eso los hombres tienen la laringe más grande y hace que la voz sea más grave. Dentro de los hombres, también hay factores genéticos de tamaño corporal relacionados con la carga hornomal que varía en función del hombre", aclara la especialista en Otorrinolaringología.

Sobre si se puede romper la nuez qué sucede, Rivera indica que por un traumatismo, o por agresiones con arma blanca, accidentes de tráfico. "Con una herida del cuello que afecte al cartílago tiroides y a la laringe puede suceder, aunque no es que la veamos muy frecuentemente", apostilla.

Finalmente, la otorrinolaringóloga señala que generalmente la nuez no se opera por estética, sólo en los cambios de sexo se pueden hacer cirugías para disminuir su tamaño y feminizar la voz. "Eso sí que se hace. Por intervenciones de cambio de sexo cuando el paciente transexual quiere además ese aspecto puede para feminizar la voz. En ese caso se acorta el tamaño del cartílago de la laringe", concluye.