El cuerpo humano se puede estudiar de muchas maneras. Según la función o el papel que desempeña se puede dividir en sistemas, órganos, tejidos, células y sus procesos bioquímicos, o fisiológicos. Desde la perspectiva anatómica o estructural estarían los órganos y los tejidos, siendo los más grandes la piel y el hígado.

En 'Cuerpo Humano. Guía ilustrada de nuestra anatomía'(Lunwerg), de Steve Parker y Andrew Baker, se recogen las principales curiosidades sobre nuestro cuerpo, tales como que tiene 100.000 kilómetros de vasos sanguíneos (2,5 veces alrededor de la Tierra), produce 25 millones de células por segundo y está formado por billones de átomos, o que los huesos son 300 en el nacimiento y pasan a 206 en la madurez.

Igualmente, destacan que el largo total de los ganglios y los vasos linfáticos, en kilómetros, asciende a 4.000; mientras que los conductos de las nefronas, las unidades de filtrado del riñón, alcanzan los 50 kilómetros, o que el sistema digestivo en su conjunto alcance los 9,5 metros de largo.

También se aclara en el libro que más de 640 músculos cubren prácticamente todo el cuerpo. El músculo más flexible del cuerpo es el lingual superior (en la superficie superior de la lengua), mientras que el más fuerte para su tamaño es el masetero, en el lateral de la cabeza y la cara, que sirve para morder y masticar. El más pequeño es el estribo, en el oído, de un milímetro de longitud. Es el encargado de amortiguar las vibraciones del exceso de ruido.

Entre otras curiosidades, por ejemplo, cabría resaltar que el estribo, en el oído, es el hueso más pequeño, mientras que el más largo es el fémur. Además, las células más pequeñas son los glóbulos rojos de la sangre.

Otra de las curiosidades que recoge este manual apunta al sistema respiratorio: las vías respiratorias, los pulmones y los músculos del pecho nunca dejan de aspirar y espirar, y lo hacen de 8 a 10 millones de veces al año. Por otro lado, en cuanto al corazón, un saco muscular de doble bombeo aparentemente sencillo, late 3.000 millones de veces o más a lo largo de una vida. Mide más o menos lo que el puño de su dueño y tiene una masa media de 350 gramos.

Atendiendo a la masa corporal, los músculos suponen el 40% de la misma, mientras que todas las capas de la piel un 15%; seguido de los huesos con un 14% de la masa del cuerpo; un 2% para el hígado y el cerebro; un 1,5% para el intestino grueso y otro 1,2% para el delgado; mientras que el pulmón derecho es más grande que el izquierdo, con un 0,6 y un 0,5% respectivamente; así como el corazón con otro 0,5% de la masa del cuerpo. El útero en la mujer representaría el 0,08% de la masa del cuerpo, mientras que la próstata en el hombre el 0,03, de igual forma que sus testículos, con un 0,03%.

Si se atiende al peso de cada parte, la masa en gramos en un cuerpo de 75 kilogramos (kg) de los músculos equivaldrían a 30 kilos, mientras que la piel, 11,2 kg; los huesos, 10,50 kg; el hígado, 1,55; mientras que el cerebro 1,4; el pulmón derecho 450 gramos, y el izquierdo 400; el corazón 350 gramos; mientras que los testículos y la próstata del hombre 20 gramos, y el útero de la mujer 60 gramos, por ejemplo.

El cuerpo humano es agua

Dos tercios del cuerpo humano son agua generalmente, aunque ésta puede variar según las circunstancias. Una mayor proporción de grasa en el cuerpo, por ejemplo, reduce el porcentaje total de agua, porque los tejidos adiposos contienen mucha menos agua que otros tejidos, huesos incluidos. En un cuerpo de 70 kilos habría 45 litros de agua, "más que suficiente para una ducha", reseña el libro.

Sin embargo, advierte de que no se puede conservar el agua del cuerpo en el cuerpo, sino que ésta debe salir para llevarse desechos disueltos que podrían ser dañinos, en su mayoría en forma de orina. Alrededor de tres litros diarios suelen ser suficientes para esa renovación, pero suele ser más si hace calor, se hace ejercicio o según las sustancias que se ingieran, como el alcohol.

Cada vez somos más altos

Sobre la estatura media mundial ambos autores indican que ésta lleva dos siglos creciendo, debido principalmente a una mejor nutrición, especialmente durante la infancia, y a un menor número de enfermedades y dolencias. En la actualidad, este crecimiento es más marcado en los Países Bajos, donde un hombre adulto joven mide de media 184 centímetros y una mujer 170 centímetros, unos 19 centímetros más que sus compatriotas de hace 150 años.

En América del Norte apenas ha variado la talla de las personas desde el siglo XX, aunque se espera que en todo el mundo se siga creciendo durante décadas. Así, la estatura media mundial es de 173 centímetros en los hombres y 160 en las mujeres. Por ejemplo, se cree que en la Antigua Grecia los hombres medían 164 cm de media, mientras que las mujeres 155.

El hombre más bajo del mundo fue un nepalí de 55 centímetros, mientras que el más alto Robert Wadlow (Estados Unidos) con 272 centímetros (una puerta de media son 198 centímetros). Por otro lado, apuntan que el hombre más pesado registrado hasta la fecha ha sido Jon Minnoch (Estados Unidos) con 635 kilos, mientras que la mujer más pesada Carol Yager, también estadounidense, con 544 kilos.

Los huesos se reducen del nacimiento a la adolescencia

En cuanto a la constitución corporal, todos los esqueletos humanos tienen 206 huesos y su tamaño y forma podrá cambiar de persona a persona. Tras el estirón, el sistema óseo adulto determina la figura de la persona, así como la estatura, o las proporciones de las extremidades. No obstante, explican en el libro que en la infancia llegan a tenerse 300 huesos, una cantidad que después se reduce a ese par de centenas porque algunos de esos elementos óseos, especialmente los que se encuentran en el cráneo, se unen o fusionan según se alcanza la madurez.

A su vez, indican que también se pueden dar variaciones genéticas o congénitas, de forma que una persona de cada 120 tiene dos costillas más, es decir, 13 pares en vez de 12. Además, una persona de cada 100 tiene un número distinto de dedos en las manos o en los pies y también, y ocasionalmente, huesos adicionales en muñeca y tobillo, por ejemplo.

Asimismo, en el libro resaltan que en regiones desarrolladas, como América del Norte y Europa se ha observado recientemente que se tienen los pies más grandes, especialmente en las mujeres, algo que podría deberse a un aumento en la estatura, pero sólo en parte. De hecho, en 1960 en Europa se calzaba de media un 37; mientras que en 1970 un 38; y en 2010 un 39 y medio.