El fin de las vacaciones, el regreso a un estilo de vida estructurado y la vuelta al colegio también genera "síndrome postvacacional" en los niños, y por ello los expertos recomiendan hablar con ellos de sus preocupaciones y miedos, y hacerles ver que los cambios generan ansiedad, pero es transitoria.

Según el profesor de los Estudios de Ciencias de la Educación y Psicología de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Antoni Badia, "cada menor lo vive de una manera. Algunos esperan septiembre con muchas ganas; otros también, pero después de la primera semana los ánimos iniciales han desaparecido, y otros directamente odian que las vacaciones se acaben".

"El retorno a la vida de escuela suele significar para los niños y niñas un retorno a un estilo de vida más estructurado, que no quiere decir de rutina en cuanto al tiempo, al espacio, a la actividad diaria y en las relaciones sociales", ha señalado Badia.

Para el profesor, el principal reto de los niños en septiembre es "el esfuerzo que tienen que hacer para regular las horas de sueño y dejar de estar la mayor parte de horas del día en un espacio familiar, que controla y que a menudo puede moldear más a su gusto".

Con el inicio del curso escolar, que en Cataluña comienza el próximo lunes, los menores se tienen que acostumbrar "a un espacio escolar compartido con otros niños y adultos, muy organizado y estructurado, y regulado por normas externas que no controla y que a veces le pueden ocasionar incomodidades", según Badia.

El experto ha subrayado que "la dificultad de volver a unos horarios regulados se visualiza de una manera muy diferente, según se trate de un niño pequeño que tiene que ir a educación infantil o de un adolescente que tiene que ir a la ESO".

"El primero -ha puntualizado- quizá se manifestará de forma más evidente en forma de llantos o quejas y el segundo no, pero eso no significará que el adolescente no tenga que hacer ningún esfuerzo".

La psicóloga Cristina García Desplat, miembro de Psicocat Orientació, recomienda a los padres que proyecten una imagen positiva, y para ello puede ayudar asociar el inicio de curso con una imagen, una libreta en blanco para dibujar nuestros sueños y hacerlos realidad, una nueva época para llenarla de oportunidades para mejorar y disfrutar, y explicarles que todo está por hacer.

También aconseja preparar a los hijos para lo desconocido: "si cambian de escuela puede ser buena idea visitarla antes del primer día para que se familiaricen con los nuevos espacios e ir repasando lo que ocurrirá cuando empiecen las clases".