Los casos de enfermedades de transmisión sexual detectados en España han aumentado en los últimos años según se han ido relajando las precauciones, aunque estas patologías no son el único enemigo del sexo y los expertos avisan de que los problemas en este ámbito pocas veces se resuelven por sí solos.

Los avances en el tratamiento del sida han contribuido a que la gente se relaje a la hora de tomar medidas preventivas. Hoy en día existen productos que bloquean la aparición del sida una vez contraído el VIH mientras que, no hace muchos años, el virus era sinónimo de muerte prematura.

La cronificación de la enfermedad ha provocado "una laxitud" a la hora de tomar precauciones que "errónea". "El VIH no es el único virus que se transmite por vía sexual y algunas ETS pueden incluso triplicar el riesgo de contraer VIH", señala el doctor Mariano Roselló, director del Instituto de Medicina Sexual (IMS).

En declaraciones a Efe con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual que se celebra hoy, Roselló dice que, aunque no cree que haya una mayor prevalencia de estas enfermedades, sí se diagnostican más porque ha aumentado la conciencia de que existen y del riesgo de contagio.

"Aunque en general a la población le cuesta acudir al médico para solventar una lesión en la zona genital, una vez lo detectan, enseguida consultan en internet y en muchas ocasiones identifican que lo que les ha aparecido (una verruga, una erupción, ampollas, etc.) tiene un nombre que podría corresponder a una ETS", explica.

No obstante, Roselló advierte de que la mayoría de ETS son asíntomaticas. "Uno puede fácilmente ignorar que ha contraído una de ellas puesto que no presentan síntomas, sobre todo en los inicios. Por esta razón, tomar medidas preventivas es lo más inteligente", subraya.

A pesar de que la cantidad de información disponible sobre este tipo de enfermedades ha aumentado en la última década, Roselló se muestra convencido de que el sistema educativo español debería prestar una mayor atención a la salud sexual "más allá de explicar las funciones reproductivas y características anatómicas del hombre y de la mujer".

"La salud sexual no se limita a la reproducción, sino que es parte de nuestra salud integral y por supuesto, está relacionado con nuestra calidad de vida", asevera.

Así, recuerda que para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual no es sólo la ausencia de enfermedad sino la capacidad de mantener relaciones sexuales, consensuadas, seguras, respetuosas y, por supuesto, placenteras.

En este sentido, el doctor José Benítez, director médico de Boston Medical Group, grupo médico dedicado al tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas, advierte de que los españoles siguen teniendo vergüenza y prejuicios a la hora de acudir al especialista para tratar problemas relacionados con el sexo.

Solamente el 34 por ciento de los que padecen algún problema de este tipo acude a pedir ayuda y tarda en hacerlo entre dos y cuatro años, señala a Efe.

"Debemos reforzar la idea de que un problema de salud sexual no debe esconderse, porque las posibilidades de que se resuelva por sí solo son escasas y en algunos casos el tiempo juega en su contra", comenta por su parte Roselló, quien asegura que en muchas ocasiones una visita al especialista evita una ruptura de pareja en personas que llevan años con una vida sexual inexistente o insatisfactoria.

Desterrar mitos y falsas creencias sobre el sexo es otra asignatura pendiente para los españoles.

Benítez apunta entre ellos el mito de que a partir de cierta edad el sexo ya no es importante. "El sexo es un aspecto importante de la salud física y emocional así como para el bienestar adulto de todas las edades", insiste.

Habla también de "la pastilla milagrosa o pequeña píldora azul". "Aunque muchas personas creen que tomar viagra u otros medicamentos orales es el mejor y único tratamiento, para muchos de ellos éstos no son eficaces, incluso pueden ser contraproducentes si no tienen prescripción médica. Hay que valorar las causas con un especialista".