La imagen mostrada cara al público cada vez resulta más importante para hombres y mujeres, y la dentadura es una parte esencial de ella, tanto que se llevan a cabo prácticas irregulares y peligrosas para lograr obtener unos dientes blancos. Las clínicas sacan provecho de este complejo que llega a convertirse en obsesión, blancorexia, ofreciendo jugosas promociones a las personas que demandan una sonrisa ultrablanca.

Los Colegios profesionales de dentistas y odontólogos advierten que este problema puede acarrear, en los casos más graves, la pérdida de piezas dentales. A este peligro se suman las prácticas irregulares, como son el uso de productos sin homologar para blanquear los dientes, que no constan en la Agencia Española del medicamento.

Centros de estética que llevan a cabo tareas que deberían limitarse a un profesional odontólogo son uno de los peligros que acechan. Éstos `falsos´ odontólogos suministran sustancias bajo la promesa de conseguir blanquear los dientes y hacen un incorrecto uso de sustancias que pueden resultar irritantes y tóxicas provocando en los peores casos, erosiones en la mucosa oral y abrasiones en las encías.

Los productos `milagro´ se expanden también por internet, utilizando como táctica de marketing cupones con grandes descuentos que ofrecen `kits de blanqueamiento´ de uso doméstico. Dentro de esta serie de anuncios engañosos entra en juego la venta de sustancias cuyos ingredientes pueden atacar al esmalte y la pulpa dentaria de forma irreversible hasta el extremo de resultar mortal para quien haga uso de ellas.

Higiene bucodental

Unas adecuadas pautas de higiene y la visita anual al dentista son las mejores formas de prevenir problemas bucodentales. Y es que, potenciar la belleza y salud de los dientes no tiene por qué hacerse recurriendo a cambios radicales, sino detectando los síntomas de una posible lesión a tiempo. El uso de cepillos eléctricos, limpiar bien la lengua, el uso diario de seda o hilo dental y renovar el cepillo cada tres meses son detalles importantes a tener en cuenta si se quiere preservar la dentadura en el paso del tiempo.

Los malos hábitos como el tabaco, el café o bebidas alcohólicas afectan de manera visible a nuestros dientes oscureciéndolos progresivamente, así como el uso de ciertos colutorios como la `clorhexidina´ que indicen negativamente en el blanco natural de las piezas dentales.

Las formas más efectivas, naturales y menos invasivas de lograr un blanqueamiento dental es haciendo uso de pastas blanqueadoras de venta en farmacia, siempre bajo prescripción de un profesional. Otra solución son los geles blanqueadores, que deben emplearse un mínimo de 4 horas diarias, dispensados bajo receta médica.

Si lo que se busca son resultados rápidos, la mejor alternativa a estos productos es el tratamiento mediante luz LED. Esta técnica moderna actúa activando el proceso blanqueador, llevándose a cabo en una sesión de 45 minutos de duración.