La lucha contra la esclerosis múltiple cuenta con un nuevo y poderoso aliado. La LXV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología ha permitido confirmar un nuevo avance médico para combatir una enfermedad que se ha convertido en la segunda causa de discapacidad más frecuente en adultos jóvenes -de entre 30 y 40 años-, sólo por detrás de los accidentes de tráfico, y cuyo impacto sobre la calidad de vida de los ciudadanos que la sufren resulta muy alto, reduciéndose su esperanza de vida al equivalente a 3 o 4 meses cada año.

En el encuentro celebrado en Barcelona por la Sociedad Española de Neurología se ha puesto de manifiesto que el tratamiento continuado con fingolimod, comercializado por Novartis con el nombre de Gilenya, la primera terapia oral autorizada para tratar formas recurrentes de esclerosis múltiple, tiene un impacto positivo sobre medidas clave de la enfermedad y ha producido resultados clínicos que permiten ser muy optimistas. En este sentido, el estudio ‘Transforms’ ha permitido constatar que los pacientes a quien se ha tratado durante un año con Gilenya han experimentado una mejora en un 75% de los brotes anuales de la esclerosis múltiple, estando el 87% de los pacientes libres de progresión de la enfermedad.

“Los datos que conocemos de Gilenya muestran que mejoran las cuatro medidas clave de la esclerosis múltiple: pérdida de volumen cerebral, actividad de las lesiones observadas por resonancia magnética, tasa de recidivas y progresión de la discapacidad a largo plazo”, ha defendido José Meca, médico especialista en Neurología y director de la Unidad de Esclerosis Múltiple del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. En su opinión, “este dato es muy esperanzador, ya que minimizar la progresión de la enfermedad en personas con esclerosis múltiple es un objetivo del tratamiento. Esta patología puede tener un impacto significativo sobre la calidad de vida de los pacientes, familiares y cuidadores”.

También el doctor Óscar Fernández, jefe de la Unidad de Neurociencias en los hospitales universitarios de Málaga y Virgen de la Victoria, se muestra optimista ante unos datos que “se suman a las crecientes evidencias científicas que afirman que Gilenya reduce significativa y consistentemente la tasa de pérdida de volumen cerebral en pacientes con formas recidivantes de esclerosis múltiple”. En su opinión, el uso de este medicamento comercializado por Novartis “es un tratamiento a largo plazo no sólo por su eficacia, sino también por su perfil de seguridad”. Además, se ha constatado que los efectos secundarios -el estudio se ha realizado en 244 pacientes- son prácticamente nulos y predecibles.

Por otra parte, cabe destacar que, según los datos que se desprenden de este estudio, los pacientes que más se benefician del tratamiento con 'Gilenya' son aquellos que han tomado un único tratamiento o ninguno antes, demostrando una vez más la importancia del tratamiento temprano en los pacientes que son candidatos al uso de este fármaco", según ha señalado el jefe de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario Quirón de Madrid, Rafael Arroyo.

El tratamiento precoz en la esclerosis múltiple es clave para frenar la progresión de la discapacidad, ya que el tejido cerebral dañado y las capacidades perdidas no se recuperan. Además, hay que tener en cuenta, como recuerda Alfredo Rodríguez Antigüedad, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Basurto de Bilbao, que “el cerebro es un órgano diferente a cualquier otro, ya que no se regenera ni se puede trasplantar. En este sentido, cualquier daño en el cerebro es irreversible. Por ello es tan importante actuar de forma rápida y preventiva, ya que de este modo la evolución de los pacientes será mucho mejor, tendrán menos brotes, menos secuelas y menos progresión de discapacidad”.

Retos de cara al futuro

En cuanto al futuro de la lucha contra la esclerosis múltiples, el consenso es unánime. En primer lugar es necesario centrarse en controlar por completo la actividad inflamatoria de la enfermedad. Una vez conseguido, se deberá intentar detener los aspectos más neurodegenerativos. Aunque a día de hoy no existen fármacos capaces de curar esta enfermedad, sí existen tratamientos eficaces que reducen la inflamación y la neurodegeneración.

Para el doctor Rodríguez Antigüedad, el objetivo es lograr que “a corto-medio plazo la esclerosis múltiple se convierta en una enfermedad crónica que evolucione muy despacio y que provoque las menos secuelas posibles al paciente y que pueda mejorar su calidad de vida”.

Este es el principal objetivo para combatir una enfermedad que según los datos de Sociedad Española de Neurología, se estima que alrededor de 46.000 personas padecen en nuestro país. A esta cifra se suman cada año cuatro nuevos caso por cada 100.000 habitantes.