Cuando hablamos de dolor de cabeza es habitual cierta confusión en los términos que usamos para denominarlo. El nombre de cefalea designa a cualquier dolor de cabeza, independientemente de su causa, mientras que la migraña es un tipo de cefalea muy intenso que se caracteriza por tener habitualmente carácter incapacitante.

Las dolencias más habituales son la cefalea tensional y la migraña. Ambas se consideran cefaleas primarias, ya que no se asocian a ninguna enfermedad subyacente.

La cefalea tensional se puede identificar con el clásico dolor de cabeza que puede sentir de forma transitoria, con mayor o menor frecuencia, gran parte de la población. Sus causas pueden ser de muy diferente tipo. El dolor percibido es menos intenso que en el caso de las migrañas y, en general, no impide a quien lo sufre desarrollar sus actividades con normalidad.

En algunas personas se dan situaciones de cefaleas crónicas diarias, caracterizadas por un dolor más intenso y sentido cada vez con mayor frecuencia. Son casos generalmente asociados a un consumo elevado de analgésicos.

Algunas de los desencadenantes de la cefalea tensional son la falta de sueño, el estrés, el consumo de alcohol, los cambios climáticos o la menstruación.

Migraña

La migraña, también conocida como jaqueca, es una enfermedad neurológica que afecta a más de 3,5 millones de personas en España. El dolor transcurre con sensación intensa de latido y habitualmente aparecen náuseas, así como un malestar exagerado por las luces (fotofobia) y por los ruidos (fonofobia).

Está considerada por la OMS como una de las 20 enfermedades más discapacitantes ya que, durante las crisis, los pacientes se sienten muy afectados, con imposibilidad de llevar a cabo cualquier tarea, bien sea laboral, social o familiar.

A pesar de ello, un 20-25% de los pacientes que sufren de migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico y un porcentaje aún mayor (un 50%) abandona el seguimiento tras las primeras consultas.

"Resulta clave diagnosticar los casos de migraña adecuadamente, puesto que un remedio inadecuado podría llegar a cronificar el problema", asegura el doctor Samuel Díaz Insa, Coordinador Unidad de Cefaleas del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. "Cuando esto se produce, hay pacientes que llegan a sufrir más de 15 días al mes de dolor de cabeza. En estos casos la calidad de vida se ve mermada ostensiblemente, y en algunos casos se asocian a depresiones e incluso al abuso de consumo de analgésicos u otras medicaciones. Además, en los últimos años, se ha comprobado que algunas variantes de migraña, sobre todo aquellos pacientes que presentan aura precediendo a sus ataques, tienen un ligero aumento de su riesgo cardiovascular. Por eso, estos casos deben ser necesariamente valorados y seguidos por un neurólogo".

Estrés emocional

Tanto en hombres como en mujeres, el estrés emocional es el desencadenante de crisis más frecuente. Otros son: la falta o el exceso de sueño, los cambios atmosféricos, los viajes e incluso la ingesta de algunos alimentos y bebidas.