La familia juega un papel fundamental en la prevención y tratamiento de la anorexia, según se desprende del último informe de Salud Psicosocial recogido por el Instituto de Estudios Internacionales sobre la Familia, 'The Family Watch', en el que se alerta de que "la tragedia de la anorexia es real" dado que, en algunas ocasiones, “puede llevar a la muerte”.

Dicha organización hace hincapié en el papel de la familia a la hora de afrontar esta enfermedad en la que cada uno de los miembros "juega un papel primordial en la intervención y en la respuesta al tratamiento". Añade además que juegan "un papel fundamental en los trastornos de alimentación ya que se puede observar que contribuyen tanto en la aparición del trastorno como en el mantenimiento del síntoma", y ve "crucial" involucrar a los familiares para ayudar a estos pacientes.

'The Family Watch' asegura que, "sin lugar a dudas", una de las tragedias que cada vez más padecen los jóvenes son la anorexia y los desordenes alimenticios, con casos en los que las jóvenes han llegado a pesar 21 kilos, con un índice de masa corporal (IMC) 13kgm², el cual se encuentra dentro de los niveles de desnutrición.

La organización señala que estos problemas "a veces comienzan de la manera más simple", con comentarios sobre la figura, el peso o la manera de comer, al tiempo que alerta sobre los cánones de belleza que aparecen en los medios que, a su juicio, "pueden influenciar hasta límites insospechados en jóvenes y adolescentes".

Una alteración psicológica y conductual

Dentro de los trastornos de la alimentación se encuentra la anorexia nerviosa, la cual es una alteración psicológica y conductual relacionada con el acto de comer. Se caracteriza por la obtención ex profeso de un peso corporal menor al esperado para el género, la estatura y la edad de las personas afectadas, además de presentar amenorrea y un rechazo al incremento ponderal. Suele iniciarse en la parte media de la adolescencia y cursa con una morbilidad psiquiátrica y médica considerable. Afecta aproximadamente al 2% de las mujeres jóvenes y la proporción con los hombres es de 1:10.

Los primeros casos de anorexia nerviosa fueron descritos desde la Edad Media como "anoréxicas santas". Se trata del único trastorno psiquiátrico que 'per se' lleva a la muerte, y se atribuye a factores biológicos, psicológicos y sociales.

Probablemente Lasègue fue el primer médico del siglo XIX en sugerir que el rechazo de los alimentos constituía una forma de conflicto intrafamiliar entre la hija y sus padres. Aparentemente la percepción de la enfermedad de cada uno de los miembros de la familia juega un papel importante en la intervención y la respuesta al tratamiento.

En la época actual existen algunos estudios sobre tratamientos realizados a pacientes con anorexia nerviosa donde se ha observado que cuando los padres se involucran en el tratamiento se han obtenido resultados positivos.

Para la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, el tratamiento de la anorexia nerviosa es mixto, psiquiátrico y nutricional. El objetivo prioritario es la recuperación ponderal, ya que muchos de los pensamientos alterados con respecto a la comida, el peso o la figura están sustentados por la malnutrición. Por otra parte, la psicoterapia unida a la utilización de fármacos son claves para lograr la recuperación ponderal. En ocasiones es útil hacer sicoterapia de grupo a toda la familia, ya que la enferma necesita una estructura familiar que le apoye para poder superarlo.

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