"¿Qué tiene que ver el cáncer con la minifalda y los tacones? No tenemos que vestir de enfermas, podemos ponernos un brillo en los labios, color en las mejillas y, si nos apetece, un pañuelo en la cabeza a juego con el vestido.

No hablo de estar guapa, porque la quimioterapia es agresiva y el deterioro físico es brutal, pero sí de verte mejor y poner en marcha un círculo de positividad que influye en tu actitud frente a la enfermedad", afirma Sandra Ibarra, modelo que ha plantado cara dos veces a la leucemia. Belleza, salud y autoestima van ligadas, y el 19 de octubre, día mundial contra el Cáncer de Mama, estrechan más sus lazos.

Convivir con los cambios estéticos que provocan algunos tratamientos requiere la ayuda de profesionales que aconsejan convencidos de que mejorar la imagen durante y después de la enfermedad no es banal. Las iniciativas son muchas. La web de la Asociación Española contra el Cáncer ofrece consejos para el cuidado de la piel, el pelo y las uñas, o la elección de una prótesis mamaria. La peluquera Ángela Navarro tiene centros de estética integral para pacientes oncológicos.

Con ayuda de médicos ha elaborado una guía de autocuidados que propone opciones como añadir flequillos y cabello en la nuca a los pañuelos para la cabeza. El grupo Estée Lauder lleva más de 20 años divulgando la importancia de la salud del pecho y la detección precoz de tumores y ha financiado 152 proyectos de investigación.

Este año, a través de los medios sociales, invita a crear un "círculo de fuerza" de amigos, familiares o compañeros de trabajo para solidarizarse con cualquier acción (un donativo para la investigación, un compromiso de realizarse la mamografía regularmente, el propósito de hacer 45 minutos de ejercicio cada día...).

Y si se debe hacer una mastectomía (extirpar la mama), la reconstrucción es un factor que tener en cuenta. "Puede realizarse al mismo tiempo o después, y la prótesis no interfi ere en los tratamientos ni el seguimiento posterior", explica el cirujano plástico Vicente Paloma. En el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac) ofrecen además talleres de pilates para rehabilitar el brazo del pecho operado.

Cambio en las rutinas de belleza

Además, hay que cambiar algunas rutinas de belleza diarias y adaptarlas a la situación.

Por ejemplo hay que tener cuidado con la temperatura del agua. Las duchas, mejor cortas y con agua tibia o fresca y un jabón oleoso o de glicerina, con un ph similar al de la piel (de 5 a 5,5). Para secarse, es recomendable usar una toalla suave y dar pequeños toques en vez de frotar.

Es aconsejable también, cambiar la cosmética habitual que incluya activos como el retinol o el ácido glicólico por otra más suave y neutra, rica en principios hidratantes y oxigenantes. Conviene elegirla sin perfumes, conservantes ni aditivos para disminuir el riesgo de aparición de reacciones cutáneas. En general, cuanto más corta sea la lista de ingredientes, mejor.

Los expertos de Natura Bissé, que ofrecen tratamientos gratuitos de estética oncológica en hospitales públicos y forman a esteticistas, aconsejan hidratar la piel con sérums, cremas y lociones ricas en manteca de karité y mango yactivos como el aloe vera o la urea en bajas concentraciones. Las vitaminas E y F y los

aceites de rosa mosqueta y avellana son efectivas para calmar, regenerar y proteger.

Para desmaquillar, recomiendan limpiadoras y tónicos libres de alcohol, a base de extractos botánicos naturales de manzanilla, flor de saúco y té verde.

El pelo y las uñas se debilitan mucho por los tratamientos. Hay que hidratar a menudo el cuero cabelludo, las manos, los pies y las cutículas, así como evitar gestos como cortar las cutículas y maquillarse las pestañas.

Además, se recomienda evitar la exfoliación facial y corporal, la aplicación directa de perfumes en las zonas operadas o radiadas y el uso de desodorantes en la axila del pecho operado.