La espalda es uno de los sitios de apoyo fundamental del cuerpo, en él se encuentran muchas estructuras musculares, nerviosas y óseas. El dolor de espaldas se produce cuando existe una alteración de ellas, frecuentemente sucede cuando se contrae un músculo de la espalda, como por ejemplo, cuando levantamos mal un objeto pesado, al estar sentado o parado mucho tiempo o en algunas enfermedades como las espondiloartritis.

Los términos lumbalgia y lumbago proceden del latín, de las palabras lumbus (lomo) y algos (dolor). Por lo tanto, lo podemos definir como un dolor localizado a nivel de la zona lumbar. Habitualmente puede ser debida a sobreesfuerzos o traumatismos, aunque puede ser el resultado de otros procesos.

La lumbalgia puede ser producida por múltiples causas, entre ellas cabe destacar:

-Lumbalgia tras un esfuerzo o traumatismo: Sobretodo en movimientos de flexo- extensión más rotación, que producen un bloqueo a nivel vertebral con un espasmo muscular.

-Lumbalgia por patología discal: Como hernias o protusiones discales que, además del dolor lumbar, pueden provocar dolores irradiados hacia los miembros inferiores por irritación de raíces nerviosas.

-Lumbalgia por enfermedades degenerativas: Como la producida por la artritis, artrosis u osteoporosis.

-Lumbalgia por alteraciones de la estática o mantenimiento de malas posturas.

-Lumbalgia derivada de problemas viscerales intestinales o de la esfera ginecológica en la mujer.

La mayoría de estas causas implican un uso incorrecto del cuerpo, lo que nos indica que un aprendizaje o un cambio en el patrón de movimiento las reducirán.

La lumbalgia es un problema que se caracteriza por su alta prevalencia en la población, de hecho hasta el 80% de la población lo padece al menos una vez en la vida En cerca del 90% de los casos no se encuentra ningún tipo de lesión que justifique el proceso, por lo que el problema será catalogado como lumbalgia inespecífica. La lumbalgia tiene una gran trascendencia debido a sus grandes repercusiones económicas y sociales asociadas, ya que se ha convertido en una de las primeras causas de absentismo laboral. En la cronificación de la lumbalgia se produce una asociación entre factores musculares y psicosociales que favorecerán la cronificación e incapacidad asociada al proceso.

El reposo está contraindicado, pues debilita y atrofia la musculatura de la espalda, debiéndose de restringir por este motivo a no más de 2-3 días y cuando sea absolutamente necesario. Por el contrario, el ejercicio físico ha demostrado su eficacia a la hora de proteger contra la lumbalgia, contra el dolor asociado a la misma, de favorecer la recuperación en los procesos que se han cronificado, disminuir las recidivas, el número de días de baja laboral y ayudar en el tratamiento de los componentes psicológicos asociados a la lumbalgia crónica.

En las personas aquejadas de lumbalgia crónica hay una pérdida en la fuerza del tronco, flexibilidad del tronco y capacidad cardiovascular, por lo que una terapia de ejercicios adecuada debería de tener en cuenta estos tres parámetros, ya que los buenos resultados que se pueden obtener indican la conveniencia de la misma.

Los principios básicos de Pilates son totalmente coherentes con un programa de ejercicio físico que promueve la salud de nuestra espalda. El aprendizaje de la alineación neutral de la columna, el fortalecimiento de la musculatura profunda del tronco, el conocimiento del propio cuerpo son habilidades que darán a la persona unas herramientas importantes para evitar recaídas.

Pilates mejora la fuerza, la flexibilidad y la elasticidad de toda la musculatura. Tal como lo definió J. Pilates es la Ciencia del Control «Contrology». Un movimiento fluido y controlado ayuda a prevenir las agresiones innecesarias en la columna vertebral y la mala gestión de los esfuerzos.

En las lumbalgias, se puede sentir dolor sólo en la espalda o se puede sentir dificultad al caminar o mover las piernas. Suelen ser dolores crónicos de unos meses o años de duración. Disminuyen la capacidad de las personas para disfrutar de la actividad física y deterioran la calidad de vida y la autoestima.

Las estadísticas valoran que un 80 % de la población sufrirá algún episodio de lumbalgia a lo largo de su vida. Pueden desencadenar solamente molestias dolorosas en un momento determinado, o ser un problema de evolución más larga.

El trabajo físico con ejercicios específicos como los de la técnica Pilates orientados a fortalecer la musculatura estabilizadora de la columna ayudará a devolver estabilidad a la columna, eliminando dolor, mejorando su funcionalidad y deteniendo el progreso del proceso degenerativo.