Honda ha reforzado su ya de por sí consolidada oferta en la cilindrada media con una nueva propuesta; la Rebel 500. Se trata de una custom ágil y polivalente de diseño minimalista y amplias posibilidades de personalización. Equipada con anchos neumáticos, su silueta bobber baja y musculosa está coronada por un depósito de 11,2 litros fuertemente inclinado y por un ancho manillar.

Hasta el último componente posible de la Rebel es negro, lo que realza su transgresor diseño completado por detalles como el faro delantero redondo situado en alto, el pequeño velocímetro con pantalla LCD negativa con retro iluminación azul, o la ubicación del contacto bajo la parte izquierda del depósito de gasolina. Asimismo, el asiento y los reposapiés del pasajero son fácilmente extraíbles y cuenta con una amplia serie de accesorios hechos a medida. Entre otros se pueden encontrar una parrilla trasera tubular, maletas laterales, una pantalla parabrisas para protegerse del viento en carretera y una práctica toma de 12V.

En lo que a su motorización se refiere, Honda ha escogido el bicilíndrico en paralelo de 8 válvulas y refrigeración líquida de 471 cc derivado de la deportiva CBR500R, apto para ser conducido con el permiso de conducir A2. Esta planta motriz se ha adaptado al nuevo enfoque más rutero que la marca ha querido imprimir a esta custom. Para ello se han revisado los mapas de la inyección de gasolina PGM-FI, lo que ha cambiado su carácter para pasar de unas prestaciones enfocadas en las altas rpm en la CBR, a un fuerte par motor a bajo régimen. Un comportamiento que también se caracteriza por una entrega de potencia suave y lineal en toda la gama de revoluciones.

De esta manera, se consigue un contundente par máximo de 44,6 Nm a 6.000 rpm, combinado con una potencia máxima de 45 cv. Ya disponible en la red de concesionarios Honda en colores negro, plata mate y rojo, el precio de la Rebel 500 es de 6.000 euros.