Con el lanzamiento del Mercedes-Benz Clase E Berlina el pasado año, el fabricante de automóviles de Stuttgart dió un importante paso en la hoja de ruta de la conducción autónoma, siendo el primer vehículo de serie en todo el mundo que obtuvo una licencia de pruebas para la conducción autónoma en el estado de Nevada, en EE.UU. sin más que introducir modificaciones en el software, conservando la totalidad del hardware de los modelos de serie.

Los ingenieros de Mercedes-Benz han conseguido una interacción ideal de seguridad, confort y asistencia al conductor mediante un perfeccionamiento permanente de los componentes de seguridad y los sistemas de asistencia a la conducción. Dentro de este proceso, los campos de desarrollo independientes seguridad integral e Intelligent Drive se influyen mutuamente y se fusionan, generando sinergias para una concepción global interdisciplinar. Con sus componentes, el vehículo es capaz de asistir al conductor y aliviar su tarea en la conducción normal, reconocer peligros, advertir a tiempo, asistir en la reacción e intervenir en caso necesario, evitar de ese modo accidentes o reducir al menos su gravedad y activar a título preventivo ante un peligro medidas de seguridad como los elementos de PRE-SAFE®, y ofrecer de ese modo una protección individual adaptada a la situación.