Hyundai ya ha desvelado la que será su punta de lanza en el desarrollo de vehículos de bajas emisiones, en línea con el objetivo renovado de Hyundai Motor Group de introducir 31 modelos ecológicos (entre Hyundai Motor y Kia Motors) a los mercados globales en 2020.

Se trata de un concept car casi de que adelanta el que será su segundo modelo de hidrógeno producido comercialmente, un SUV que llegará a principios del próximo año y que utilizará la cuarta generación de la tecnología de pila de combustible de hidrógeno de la compañía.

El nuevo modelo de pila de combustible se ha desarrollado sobre cuatro pilares clave: eficiencia, rendimiento, durabilidad y almacenamiento. La eficiencia del vehículo se ha mejorado de manera notable en comparación con su predecesor, el ix35 Fuel Cell de 2013. El nuevo SUV cuenta con un nivel de eficiencia del 60%, lo que supone un aumento del 9% respecto al 55,3% del ix35. Gracias a esta mayor eficiencia del sistema, el nuevo modelo tiene como objetivo alcanzar una autonomía de más de 580 km con un solo depósito.

Por lo que respecta al rendimiento, la potencia máxima del nuevo modelo se ha incrementado en un 20% en comparación con su predecesor, llegando a unos sobresalientes 163 cv. El SUV de pila de combustible también mejora la capacidad de arranque en frío, haciendo incluso a hasta -30 grados centígrados.

Gracias al empleo de una tecnología de catalizador de larga duración, el nuevo SUV de hidrógeno asegura una longevidad aún mayor que su predecesor, y gracias a la utilización de tres depósitos del mismo tamaño, en contraposición a los dos anteriores de diferentes tamaños, este vehículo de hidrógeno de próxima generación presenta mejoras muy significativas en la densidad de almacenamiento. Como no podía ser de motor modo, el futuro vehículo de producción también contará con avanzadas tecnologías de asistencia al conductor, además de una amplia autonomía.

ATRACTIVO ASPECTO

El nuevo FCEV hereda llamativas características de diseño del FE Concept, que fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra 2017 y que destacó por su aspecto futurista de líneas fluidas.

Estas formas tienen su continuidad en en un interior limpio y sencillo en el que predomina la tecnología con grandes pantallas para controlar los múltiples sistemas del vehículo en el apartado de la conectividad, el infoentretenimiento y la ayuda a la conducción.