Poco tiene que envidiar la nueva Serie 5 a la Serie 7, ya que su séptima generación presenta soluciones técnicas y tecnológicas que en su mayoría son compartidas con el buque insignia de la marca bávara.

La ´grandeza´ de este modelo queda patente a primera vista, a través de un aspecto exterior imponente. En comparación a su predecesor, es 36 milímetros más largo (4.935 mm), 6 más ancho (1.868 mm), 2 más alto (1.466 mm) y la distancia entre ejes aumenta en 7 milímetros (2.975 mm). Gracias a ello, los pasajeros pueden disfrutar de más espacio en la parte trasera, tanto en la zona de las rodillas como la longitud del espacio para las piernas, sin renunciar a un enorme maletero de 530 litros de capacidad.

Triple personalidad

El aspecto del Serie 5 puede adaptarse a los gustos del cliente, a través de dos acabados distintos y un paquete específico ´M´. El acabado Luxury acentúa el carácter elegante del vehículo, mientras que el acabado Sport resalta su lado dinámico. Algo que potencia mucho más el paquete deportivo ´M´. Éste contiene un paquete aerodinámico, carrocería baja y llantas de aluminio 18 pulgadas, asientos con tapicería en Alcántara, volante de cuero, alfombrillas exclusivas, molduras interiores y pedales de aluminio.

Independientemente del acabado escogido, el habitáculo del Serie 5 goza de un buen equilibrio entre deportividad y elegancia. Materiales de alta calidad, una gran calidad de manufactura, pasión por el detalle, una notable sensación de espacio y una generosa cantidad de tecnologías de vanguardia, ofrecen al conductor y a los pasajeros la mayor de las comodidades un destacado placer de conducción.

Prestaciones y eficiencia

Precisamente el placer de conducción es el punto central de la séptima generación del Serie 5. Una buena parte de ello lo hacen posible los motores ultramodernos con los que se lanza este modelo: dos gasolina y otros tantos diésel con cuatro y seis cilindros.

El 530i -que reemplaza al 528- es un cuatro cilindros de dos litros que desarrolla 252 cv, mientras que el 540i con seis cilindros y 3.0 litros genera 340 cv. La oferta diésel arranca con el cuatro cilindros 520d, que con 2.0 litros produce 190 cv, mientras que el 530d con seis cilindros y 3.0 litros aporta 265 cv y nada menos que 620 Nm de par.

Todos los motores van ligados al cambio de marchas automático Steptronic de 8 velocidades, a excepción del 520d en la que es opcional, montando de serie una caja manual de seis relaciones. Lo que sí es opcional para todos es el sistema de tracción total inteligente xDrive. Con esta tecnología, que ofrece ofrece la agilidad y la precisión típicas de BMW, más la suspensión de nueva construcción, un diseño ligero e inteligente -que reduce en 100 kilos el peso del coche-, la distribución de peso en los ejes bien equilibrada y una carrocería altamente resistente a la torsión, la séptima generación de la Serie 5 de BMW ofrece un dinamismo único en su segmento.

Además, cuenta con infinidad de sistema de ayuda a la conducción, como dirección activa en el eje trasero -ahora también en combinación con el sistema xDrive-, estabilización antivuelco electromecánica, control activo de la velocidad, cambio automático de carril, previsión de peligros mediante la comunicación coche a coche, asistente anticolisiones, advertencia sobre la prioridad de paso, sentido contrario y tráfico cruzado y ayuda al aparcamiento con control remoto desde la llave inteligente, entre otros muchos sistemas de vanguardia.

También es muy variada y destacada la tecnología relacionada con la conectividad, disfrutando de la última versión del sistema BMW Connected, con el que la movilidad comienza antes de subirse al vehívculo.