Audi está experimentando la mayor evolución corporativa de su historia, con la que pasará de ser una marca de automóviles, a una compañía automovilística premium digital. Esto su pone que sus procesos de producción y venta, así como los propios coches estarán basados en un sistema totalmente digitalizado. Muchas de estas técnicas presentes y futuras se mostraron en el Audi Summit, un multitudinario evento internacional que se estrenó en Barcelona y que en próximas ediciones se realizará en otros países, donde el gran protagonista fue el nuevo A8, el buque insignia de la compañía alemana, que ya integra muchas de los sistemas de vanguardia que se exhibieron en esta muestra.

Gran parte de los avances mostrados se centraban en la fase de producción de fábricas inteligentes, donde se emplearán técnicas como la impresión 3D de piezas de acero y aluminio a partir de metal en polvo, en las que la realidad virtual se empleará para la formación de los empleados, y donde existirán sistemas de transporte sin conductor que facilitarán y optimizarán el reparto de piezas en la nueva construcción de vehículos modular que no sólo mejorará los procesos sino que enfatizará la personalización de los coches construidos a medida del cliente.

Éstos vehículos tendrán una importantísima y amplia carga tecnológica en aspectos tan variados como la mecánica, que, como no, tenderá cada vez más a ser eléctrica; en el área de la conectividad y el infoentretenimiento tomando como base My Audi, un sistema que conectará al coche con su entorno y otros usuarios; y en la conducción, que será cada vez más autónoma con el paso de los años hasta que sea el propio automóvil el que conduzca por nosotros para que viajemos de forma más eficaz, segura y ecológica, al tiempo que ganamos tiempo libre para lo que deseemos.

Nuevo Audi A 8

Muchos de los elementos antes citados ya están presentes de alguna manera en el nuevo Audi A8, el buque insignia de la firma de los cuatro aros, que se presentó en el Audi Summit con una impresionante puesta en escena.

´A la vanguardia de la técnica´, este es el lema con el que llega la cuarta generación del A8. Toda una declaración de intenciones por parte del coche más avanzado creado jamás por la compañía germana.

Su estilo ya señala la llegada de una nueva era para el diseño de la marca. De éste destaca la grandísmima parrilla Singleframe, que otorga un aspecto si cabe más imponente a un vehículo de 5,17 metros en la versión estándar y 5, 30 m en el A8 L. Pero si algo impacta de esta gran berlina es su interior, que recuerda a un salón amplio y lujoso, donde los equipamientos y materiales desprenden un aire de calidad superlativo. Este espacio tiene un diseño minimalista, hasta el punto de eliminar los usuales botones giratorios o pulsables , en favor de una una pantalla táctil de 25,7 cm (10,1 pulgadas) en la que se pueden operar prácticamente todos los sistema del coche de un modo fácil e intuitivo. A su vez, se puede activar una serie de funciones mediante una nueva forma de control de por voz.

Conducción autónoma

Audi le pone las cosas fáciles al conductor mediante los numerosos servicios del sistema Audi connect, que entre otros elementos tecnológicos incluye: reconocimiento de señales de tráfico e información sobre riesgos; un innovador sistema de comunicación ´Car-to-X´ que recoge la información del inteligente conjunto de otros modelos de Audi; y navegación optimizada con función de auto aprendizaje basado en las rutas ya recorridas y mapa 3D altamente detallado.

Pero si lo que se desea es directamente olvidarse de conducir, este es el coche indicado. El nuevo A8 es el primer automóvil de producción desarrollado específicamente para una conducción altamente automatizada. El Audi AI traffic jam pilot toma el control de la conducción en circulación lenta, hasta 60 km/h en autovías y autopistas, donde haya una barrera física entre los dos sentidos de circulación. El sistema se activa mediante el botón AI en la consola central. El traffic jam pilot se encarga del arranque, la aceleración, la dirección y la frenada. El conductor ya no necesita supervisar constantemente lo que hace el coche, puede quitar las manos del volante y, en función de las leyes de cada país, centrarse en diferentes actividades como ver la televisión. Tan pronto como el sistema llega a su límite, requiere al conductor para vuelva a conducir.

Este modelo también disfruta del servicio Audi AI remote parking pilot y el Audi AI remote garage pilot , que pueden conducir por sí mismos al A8 para entrar y salir de un lugar de aparcamiento o de un garaje, maniobras supervisadas por el conductor, que no necesita estar dentro del coche. Puede activar la función apropiada mediante su smartphone con la nueva app myAudi.

Potencia, eficiencia y confort

Cuando se lance al mercado a finales de otoño -desde 97.500 euros para el Audi A8 3.0 TDI-, habrá dos motores V6 turbo completamente rediseñados: un 3.0 TDI y un 3.0 TFSI. El diésel desarrolla 286 cv y la versión gasolina, 340 cv. Posteriormente llegarán dos versiones de ocho cilindros: un 4.0 TDI con 435 cv y un 4.0 TFSI con 460 cv. La exclusiva culminación de la gama de motores es el W12 con 6.0 l de cilindrada.

Los cinco motores funcionan en conjunción con un alternador-motor de arranque movido por correa (BAS), el corazón del sistema eléctrico de 48 V. Esta tecnología mild hybrid (MHEV, mild hybrid electric vehicle) permite que el coche avance con el motor apagado y que vuelva a arrancar suavemente. También puede realizar un uso extenso de la función start/stop. El efecto combinado de estas medidas disminuye aún más el consumo de carburante con relación a los ya eficientes motores existentes: hasta 0,7 l/100 en condiciones de circulación reales.

El A8 L e-tron quattro, con su potente sistema de propulsión híbrido enchufable llegará en una fecha posterior. Con su 3.0 TFSI y un motor eléctrico alcanza 449 cv de potencia combinada y 700 Nm de par. Puede recorrer unos 50 km en modo eléctrico y se puede cargar (opcionalmente) mediante el Audi Wireless Charging.

Como es evidente todavía no hemos podido conducirlo, pero Audi asegura un comportamiento insuperable, gracias a un novedoso sistema de suspensión completamente activo que, dependiendo de las preferencias del conductor y de las condiciones de circulación, es capaz de elevar o bajar independientemente cada rueda mediante actuadores eléctricos.