El Panamera original no convenció a muchos de los amantes de Porsche, por su extraño aspecto y unas prestaciones condicionadas por su gran tamaño. Dos factores excelentemente resueltos en esta segunda versión con una solución tan obvia como complicada: inspirarse en el 911. El diseño del nuevo Panamera recuerda inevitablemente al "nueveonce" y el dinamismo de esta gran berlina poco tiene que envidiar al de su hermano pequeño, gracias a un chasis altamente tecnológico y a unos potentes motores que hacen que este coche de cinco metros y casi dos toneladas se mueva como un auténtico superdeportivo.

Al ver por primera vez en directo el nuevo Panamera, lo primero que nos llamó la atención fue la zaga; sin duda el mayor handicap del primer modelo. Ahora recuerda mucho a la del 911: con una gran caída del techo en su extremo posterior, una mayor robustez y con unos hombros muy anchos. Acompañada de una sección anterior menos alterada pero sí más atractiva, conforma un vehículo realmente bonito.

Tanto o más que el exterior nos gustó su digitalizado interior. En la instrumentación el clásico cuentarevoluciones de Porsche está flanqueado por dos pantallas de 7 pulgadas que se pueden configurar para mostrar la información que quiera el conductor. A éstas se suma una tercera pantalla de 12,3 pulgadas en el salpicadero, desde la que se pueden visualizar y gestionar casi todos los sistemas del vehículo. También se han modernizado los controles de la consola central, en la que se reduce el número de botones físicos y se introduce la tecnología capacitiva, similar a la de los smartphones.

Arrancamos...

Si el aspecto del nuevo Panamera nos gustó, su comportamiento nos enamoró. En su lanzamiento este Porsche está disponible en tres versiones: Panamera Turbo, Panamera 4S y Panamera 4S Diesel, con tres nuevos motores biturbo de inyección directa. A su vez, ya se pueden hacer pedidos del Panamera de 330 cv, y de la versión híbrida enchufable con motor V6 de 330 cv asociando con un propulsor eléctrico de 136 cv, así como de las carrocerías Executive con un aumento de 15 cm.

Todos ellos, incluido por primera vez el diésel, pueden ir equipados con el sistema de tracción permanente a las cuatro ruedas y una nueva transmisión Porsche de doble embrague y ocho velocidades (PDK). El Panamera 4S lleva un V6 gasolina de 440 cv, el 4S Diesel se recurre a un V8 de 422 cv, con un imponente par máximo de 850 Nm, y el Panamera Turbo monta un propulsor V8 de gasolina con 550 caballos. En la presentación tuvimos la oportunidad de probar estos dos últimos y la experiencia no pudo ser más satisfactoria, gracias en gran parte al soberbio chasis de alta tecnología capaz de cambiar radicalmente la personalidad del vehículo.

La polivalencia de este coche es tal, que permite llevar a cuatro ocupantes y su equipaje „en un maletero de 495 litros„ hasta un circuito con un confort y una calidad de vida a bordo envidiables, y una vez sobre el trazado, marcar la vuelta rápida sin apenas despeinarse. Esta dualidad se logra gracias a sistemas innovadores, como es la suspensión neumática adaptativa, que emplea la nueva tecnología de tres cámaras de aire e incluye el Porsche Active Suspension Management (PASM o control electrónico de amortiguadores). Otro sistema disponible es el mejorado chasis dinámico deportivo (Porsche Dynamic Chassis Control Sport o PDCC Sport), del que forma parte el reparto selectivo de par a cada rueda (Porsche Torque Vectoring Plus o PTV Plus) y la estabilización activa del balanceo, así como una nueva dirección electromecánica.

Todos estos sistemas tienen réplicas similares en otras marcas, pero ninguna otra dispone de un ´cerebro´ que haga que todas trabajen al unísono, una característica que hace único el comportamiento del Panamera. El 4D Chassis Control integrado analiza y sincroniza todos los elementos del chasis en tiempo real y optimiza el rendimiento en carretera. Esto, sumado al eje trasero direccional, un elemento nuevo en este modelo que ha sido adaptado del 918 Spyder y del 911 Turbo, hace que el Panamera no sólo sea fácil y placentero de conducir en el día a día, sino también tremendamente divertido cuando se exprimen sus prestaciones.

Aceleramos...

Las condiciones no podían ser peores para probar un coche como el Panamera. Carreteras estrechas y reviradas para un coche de cinco metros, y pavimentos mojados por la lluvia para unos motores que no bajaban de los 420 caballos. Pero los responsables Porsche no nos hicieron ni una sola recomendación antes de tomar los vehículos... enseguida entendimos porqué. Confiaban plenamente en un modelo que hace fácil lo difícil, que protege a los usuarios de sus propios fallos, y convierte a los buenos conductores en auténticos pilotos profesionales.

Iniciamos la prueba con el 4S Diesel, que ya nos impresionó por la tremenda patada que propinan sus 850 Nm de par, y sobre todo por cómo los sistemas de control de tracción eran capaces de transmitirlos al suelo mojado para que el coche saliese literalmente disparado tras pisar a fondo el acelerador. Pero la auténtica prueba de fuego llegó por la tarde con el Turbo de 550 cv. Comenzamos en el modo Normal, pero en poco minutos ya pasamos incluso del modo Sport para fijar la rueda que se ubica en el volante en la posición Sport Plus. Digamos que el 4S Diesel ya fue un buen calentamiento.

En esta configuración, o al accionar el botón Sport Response „en el medio del selector„ con el que el coche despliega todo su potencial durante 20 segundos independientemente del modo seleccionado, el Panamera es un auténtico tiro. Las reacciones son tan contundentes com inmediatas y van acompañadas de un sonido tan adictivo que cuesta dejar de pisar a fondo para seguir gozando de él. Pero donde más impresiona la velocidad de este coche es en paso por curva. Si no fuese por la buena sujeción de los asientos saldríamos despedidos por las ventanillas. Sobredosis de fuerza G, gracias en gran parte a la efectividad de las ruedas traseras direccionales, capaces de redondear los virajes como si los trazasemos con compás.

Tecnología del mañana

Con un coche de tales prestaciones cuesta de hablar de todo aquello que no sean caballos, pero no podemos pasar por alto que se trata del modelo más avanzado de Porsche, con tecnología de ayuda a la conducción, seguridad, infoentretenimiento y conectividad que marcan un antes y un después en la marca alemana, hasta el punto de disfrutar de sus propias aplicaciones móviles en lo que supone una nueva vía de negocia