El Seat Ateca fue el principal protagonista de la gala de entrega de los Premios Coche del Año de los Lectores. Un acontecimiento en el que el SUV de la marca española recibió este galardón instituido desde 2002 por Prensa Ibérica Media „grupo editorial del que forma parte Diario de Mallorca„ y La Vanguardia.

Una vez más, los principales representantes de la industria del motor en España se reunieron en un acto que ya se ha convertido en todo un clásico del calendario del mundo del automóvil en nuestro país.

Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica Media, abría el acto haciendo un paralelismo entre la evolución del mundo del motor y el de la comunicación en los que, a lo largo de estos quince años, han contado con el "respaldo, credibilidad y confianza de las audiencias de Prensa Ibérica Media y La Vanguardia que alcanzan, de manera conjunta, los 2.176.000 lectores en sus cabeceras de papel y más de 24.600.000 usuarios únicos mensuales" en sus soportes web.

Asimismo, Javier Moll hacía una contundente defensa de una información "libre e independiente totalmente necesaria para una sociedad democrática" que quiera evitar "el crecimiento de totalitarismos populistas". En este sentido, el Presidente de Prensa Ibérica Media, citaba al presidente estadounidense Thomas Jefferson con su célebre frase "me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado", a la que añadía "y el futuro ya está aquí".

Premio Institucional del Motor

Por su parte, Javier Godó, Presidente del Grupo Godó y del diario La Vanguardia, era el encargado de entregar el Premio Institucional del Motor a Alberto Núñez Feijóo, Presidente de la Xunta de Galicia. El máximo dirigente del ejecutivo gallego agradecía tanto el hecho de recibir este reconocimiento como "el apoyo del sector de la automoción para la economía gallega, al situarse como una pieza clave para la industria de nuestra región y de toda España".

Los Premios Coche del Año de los Lectores también premiaban la trayectoria de Albert Llovera. El piloto de rallyes andorrano veía de esta manera como se reconocía su extenso palmarés deportivo en el mundo de la automoción. Llovera hacía un llamamiento al optimismo; "la distancia entre el sueño y la realidad es la actitud y si en la lucha diaria encontramos un hueco para la diversión y la sonrisa podemos conseguir una vida mucho mejor". Albert Llovera es todo un ejemplo de superación personal.

El andorrano sufría un accidente de esquí en 1985 que le provocó una lesión medular y le obliga a desplazarse en una silla de ruedas. Una situación que no ha sido un impedimento para que haya destacado en deportes adaptados como el esquí o el baloncesto, así como en el automovilismo, donde ha participado en diversas ediciones del mundial de rallyes y en el duro y exigente Dakar.