Aunque desconocida por muchos, la centralita es una de las partes más importantes de un coche. Si consideramos que el motor es el corazón de un vehículo, la centralita o ECU, podríamos decir que es el cerebro, ya que desde ella se mandan todas las funciones del coche. Es por tanto una unidad de control electrónico que gestiona los distintos aspectos de la combustión interna del motor del automóvil. En sus inicios su única función era la de controlar la cantidad de carburante que se quema en la combustión, para de este modo reducir el consumo y los niveles de emisiones de gases contaminantes sin perjudicar el rendimiento del propulsor. Hoy día a esta función suma la de controlar las revoluciones y el régimen de ralentí del motor. Pero dependiendo del nivel tecnológico de la ECU, ésta puede desarrollar otras muchas funciones como revisar la información que monitorizan distintos sensores. Estos datos son analizados por su microprocesador, para de forma autónoma decidir y ordenar a los distintos periféricos lo que deben hacer para optimizar el funcionamiento del nuestro motor. Si las señales que recibe son defectuosas o inexistentes, la centralita motor adoptará valores que los reemplacen para que el vehículo siga funcionando. Pero si considera que el fallo es grave, detendrá el sistema de inyección impidiendo que el coche siga en marcha.

*Pequeña pero cara: la ECU es de tamaño reducido pero muy cara, ya que es muy sofisticada en cuanto a sus funciones. Puede ir ubicada en el vano motor pero muchas marcas deciden colocarla en el interior del

vehículo para protegerla de agentes externos.