Carreteras de montaña hay muchas. En Mallorca las hay más o menos reviradas y más o menos escarpadas. Pero posiblemente no hay ninguna como la que sube hasta el Castell d´Alaró. Es revirada, escarpada y está tan mal asfaltada que es más un camino de cabras que una carretera. Es por ello que decidios que este mes aprovecharíamos las ecoRUTAs by Renault para ir a pasar una mañana de domingo en familia al maravilloso pueblo de Alaró y visitar su magnífico castillo.

Puesto que el viaje desde Palma iba a ser relativamente corto dedicimos poner en aprietos al Renault Zoe saliendo de Diario de Mallorca con tan solo un 44% de carga, aunque haciendo una parada a medio camino. Nos dirigimos hacia Santa Maria del Camí donde nos detuvimos a tomar un buen desayuno. Pese al percance de la indebida ocupación del lugar de recarga -más abajo está la foto y la explicación-, pudimos recargar el coche en el segundo punto de recarga que hay en dicha población, junto al polideportivo municipal.

Tras el desayuno, en el que empleamos poco más de una hora, continuamos camino hacia Alaró. Tras cruzar el pueblo e iniciar el ascenso, nos percatamos de que el camino es realmente una tortura. Los continuos socavones y baches hacían que rodar por semejante asfalto fuera realmente incómodo. Pese a ello el Zoe sacó a relucir su magnífica amortiguación, algo que se agradeció especialmente en el descenso.

Tras dejar el Zoe en el aparcamiento del restaurante Es Verger iniciamos caminata hacia el castell, donde disfrutamos de una mañana magnífica, pese a la preocupación de ir más bien cortos de batería. Nos quedaba un 31% y según el marcador teníamos 28 km. de autonomía, lo que no nos bastaría para llegar a Palma, a más de 35 de distancia.

Pero sí bastó. Durante el descenso, el Renault Zoe recargó sus baterías hasta darnos la autonomía suficiente para llegar a Palma sin problemas tras haber recorrido 74,5 km. por carreteras comarcales y locales habiendo disfrutado, un día más, de una conducción más ecológica.