Imbatible con buen o mal tiempo: una de las más gratas sorpresas que nos dio el Renault Zoe al conducirlo en condiciones de tráfico denso fue el poco gasto que realiza. El hecho de tener que frenar continuamente hace que las baterías se recarguen, aunque sea muy poco. Si a esto le añadimos que al avanzar lo hacemos muy lentamente debido al tráfico congestionado, el resultado es que apenas hay consumo de energía. Tras las pruebas nos fuimos a cargar al aparcamiento que el ayuntamiento de Palma tiene en Antonio Marqués, donde comprobamos que estamos ante un coche perfecto para moverse por la ciudad.