Lanzada en Francia en 1951, la versión furgoneta del Citroën 2 CV llegó a España con la apertura de la fábrica de Vigo, en 1958, convirtiéndose en toda una referencia. Citroën se anticipaba así al boom económico de los años 60, ofreciendo un vehículo versátil que se adaptaba como un guante a las necesidades de empresas y administraciones. Sus prestaciones, su mantenimiento sencillo y sus suspensiones la convirtieron en la alternativa ideal tanto para circular por ciudad como para enfrentarse a las malas condiciones de las carreteras comarcales.