Creado originariamente para competir con los Jeep y los Land Rover de los ejercitos norteamericano y británico respectivamente, el ejército alemán finalmente se decidió por el DKW Munga en lugar de por este Porsche porque la marca alemana no produjo el vehículo conforme a las exigencias del ejército, por lo que tan solo se construyeron 49 unidades, todas ellos para el mercado civil. El modelo de la fotografía perteneció a un ciudadano japonés que lo mantuvo en perfectas condiciones salvo por un detalle: le quitó las puertas.