En poco tiempo estaremos luciendo de nuevo palmito por la playa. Si este año te has propuesto llevar una vida más sana y mejorar tu forma física, no dejes pasar más tiempo y empieza a cambiar tus hábitos para conseguirlo.

Recuerda que las dietas rápidas nunca son una buena solución y que lo mejor es incorporar pequeños gestos en tu día a día para que no te resulte tan difícil conseguir el cuerpo que deseas.

Uno de los puntos débiles tanto de hombres como de mujeres suele ser la tripa. Si quieres bajar centímetros y conseguir un vientre más plano, no te pierdas los siguientes consejos:

1. ¡Ponte recto!

Una mala postura hace que parezca que tienes más tripa, tal y como explica Kimberly Lyn, atleta estadounidense, entrenadora personal, nutricionista y modelo de fitness . Compruébalo mirándote en el espejo. Posa primero tal y como caminas habitualmente y después, pon tu espalda y hombros rectos. La diferencia se nota enseguida. Cuando tienes esta postura, tu estómago se recoloca y se tonifican los músculos abdominales. Ser consciente de ello te ayudará a mantener esta postura a lo largo del día. Además, recuerda sentarte bien con la espalda apoyada en el respaldo, las piernas sin cruzar y los pies apoyados en el suelo.

2. Olvídate de los chicles

Mascar chicle durante todo el día puede provocar que nuestra tripa esté más hinchada de lo normal. Al masticar se traga aire y el estómago se llena de gases, explican los investigadores del American College of Gastroenterology. Por esta misma razón, cuando mastiques los alimentos trata de hacerlo despacio para evitar así un exceso de aire.

3. Bebe agua

A lo largo del día debes de beber dos litros de agua, según el Instituto Europeo de Hidratación. Esta bebida sin calorías ayuda a tu organismo a eliminar toxinas, estar hidratado y mantener los intestinos en movimiento. Además, conseguirás engañar a tu cerebro cuando tengas hambre, porque al llenarlo de agua pensará que realmente está lleno de comida. Así que si tienes ganas de picar entre horas, bebe un vaso de agua para intentar saciarte sin engordar.

4. Relájate

El estrés y la ansiedad afectan directamente al sistema digestivo. Hay personas que en las etapas en las que pasan muchos nervios acumulan muchos gases o padecen estreñimiento. Para evitar llegar a esta situación, reserva 15 minutos al día para simplemente relajarte y respirar con profundidad. Estírate en el suelo, pon tus manos sobre tu barriga, coge aire por la nariz y sácalo por la boca mientras notas cómo tu estómago se hincha y se deshincha.

5. Alimentación saludable

La dieta que llevas es clave. A partir de ahora, reduce la sal al máximo para evitar la retención de líquidos, evita los alimentos fritos, los procesados y las harinas refinadas. Las verduras, hortalizas, las frutas y las legumbres deben ser la base de tu menú diario.