Los cepillos del pelo también tienen fecha de caducidad. Pierden cerdas, se rompen... Y eso a la larga acaba perjudicando a tu cabello y tu cuero cabelludo, que se resiente y lo recomendable, según los expertos, es cambiarlo cada cierto tiempo. Y ahora que ya has decidido que ya se acabó la vida del tuyo, ¿cómo puedes saber cuál es mejor para sustituir a tu viejo cepillo?

1. Para qué sirve cada uno. Los metálicos o los de cerámica permiten calentar el cabello desde el interior hasta el exterior así que son perfectos para hacerte un brushing. Sin embargo con los de cerdas naturales tardarás más tiempo para conseguir el mismo efecto. Con los cepillos naturales lo que conseguirás es un efecto natural.

2. Dos cepillos mejor que uno. Uno para desenredarte el cabello antes de acostarte y otro para ponerte el cabello a punto antes de salir a trabajar por la mañana.

3. Se ensucian, ¡límpialos! La frecuencia de cuidado depende de la utilización que realizas de tus peines y cepillos. A menudo el cepillo plano se utiliza todos los días, para peinarse o desenredar el cabello. El cepillo redondo sirve normalmente para moldear, por lo que su utilización es más puntual y, finalmente, el peine sirve normalmente para desenredar tras los lavados. Puedes lavarlos una vez por semana, incluso cada 15 días. Remójalo en agua tibia con lejía para desinfectarlo correctamente. Acláralo bien y sécalo.

4. Elimina el pelo. Para sacar el cabello atascado en tu cepillo utiliza un peine (antes de limpiarlo). Pasa tu peine entre tu cepillo para deshacerte del excedente de cabello. ¡Y límpialo a continuación! No estás obligada a esperar la limpieza de tus cepillos para sacar el cabello. No dudes en hacerlo tras cada utilización.