Desde la alienación del ser humano en un mundo globalizado a las interferencias de una sociedad mediática o la muerte de un ser querido son algunas de las ideas que la nueva savia que el EGO ha materializado en sus colecciones.

La jornada se puso en marcha con las propuestas tecnológicas de la firma Gómez, que subió a la pasarela siete parkas que incluyen en sus tejidos ultraligeros altavoces, manos libres, auriculares o iluminación LED.

"Seis de ellas se convierten en tiendas de campaña que permiten crear un espacio propio", ha explicado a Efe Estilo el diseñador Rubén Gómez, que desfila en EGO tras conseguir el premio Samsung EGO Innovation Project.

Tomó el testigo del anterior Antonio Sicilia con su primera colección, "Duelo", un trabajo con el que expresa la enfermedad, el dolor y la pérdida de un ser querido. "Son prendas pasionales y simbólicas, inspiradas en el sufismo y la cultura turca", añadió el diseñador cordobés.

A lo largo del desfile se han visto una serie de vestidos largos que combinaban siluetas rectas ceñidas al cuerpo con faldas de vuelo, coloreados en blanco y negro, salpicados con notas amarillas.

El proceso de creación de un artista futurista es el punto de partida de la colección de Xavi Reyes, diseñador que juega con materiales como el fieltro y la tapicería para crear atractivos volúmenes unisex.

Con puntos de venta en Berlín, Londres, París o Taiwán, Reyes ha subido a la pasarela una pantalón confeccionado con tejido de edredón, minifaldas de polipiel, vestidos asimétricos y sudaderas de rayas horizontales. "Me resulta más fácil vender fuera, en el extranjero; en España solo quieren trabajar con piezas en depósito", explicó Reyes.

Si Natalia Rivera viaja hasta los trópicos para crear prendas confortables con un halo cándido, Mikel Colás "resetea" la pasarela con propuestas que reinventan los básicos urbanos mediante siluetas rectas y un colorido atractivo.

Jessica Conzen ha trabajado con materiales nobles como lana y piel con técnicas modernas para subir a escena una mujer urbana envuelta en el calor de las etnias africanas, con el fin de potenciar su feminidad.

Tras separarse de su socia y amiga, Patricia Blázquez Morales, María Clé Leal, que ha logrado en esta edición el premio Mercedes-Benz Fashion Talent, emprende un camino en solitario con su colección "SIE7E", una personal propuesta de gran fragilidad cosida en fieltro, gasa y punto.

Los cortes geométricos en forma de pétalos son la columna vertebral de este trabajo, que empieza en negro y, poco a poco, va introduciendo colores como el beige y el fucsia.

David Catalán, ganador de la pasada edición del Premio Mercedes Benz Fashion Talent, ha traído a la pasarela madrileña una colección teñida en rojo y cosida en tejidos atípicos como "felpas termocoladas con gasa" y punto, con estampación de cristal.

Bajo la responsabilidad del precio, David Catalán ha querido dar un paso más allá y ha creado estampados propios que imitan las láminas del pan de oro con las que ha construido confortables faldas y jerséis.

Con cremalleras rústicas ha ido construyendo prendas versátiles, para crear siluetas de líneas rectas que se adornan con prendas "oversize".

Más reivindicativas y transgresoras han sido las propuestas de María Magdalena, que ha traído a EGO un trabajo "que reivindica el pensamiento individual".

Sobre la pasarela, una serie de prendas "kitsch" estampadas con motivos que recrean el cerdo y sus productos derivados, como el jamón y el chorizo. "Es un metáfora de nuestra sociedad, en la que los cerdos somos nosotros", ha explicado esta diseñadora, que viene desde Lepe (Huelva).

Pepa Salazar propone prendas de diferentes texturas y colores, como minivestidos en tono azul y negro o un abrigo de paño realzado con una falda de tul.

La diseñadora turca Lug Von Siga, invitada a esta pasarela de jóvenes talentos, ha sido la encargada de clausurar la 61 edición de la MBFWM con una propuesta urbana, en la que han sobresalido los estampados de canicas y una trenka de piel de potro.