Siempre que nos han hablado de héroes y heroínas, nos los/as han dibujado con capas y con forma de humano/a, con poderes como los de hacerse invisible o la fuerza física. Sin embargo, para mí los verdaderos héroes tienen forma de animal. Porque no hay mayor héroe que el que salva una vida de forma literal. Animales llamados «de trabajo» que son capaces de hacer cosas que ningún humano estaría dispuesto a realizar, que dan su vida por lo que se les pide sin dudar.

El otro día vi por la calle a una persona con discapacidad. Era un hombre invidente y sordomudo que estaba caminando junto a su perro de asistencia. Éste no solamente era el que veía por él, el que le avisaba de cualquier obstáculo y el que le protegía, el que le devolvía la capacidad... sino que además la mirada de ese animal transmitía muchísimo más, era la luz del que solo ve oscuridad, era amor y entrega hasta límites que nosotros no somos capaces de llegar.

Otros animales detectan los niveles de glucosa en personas diabéticas, otros trabajan junto a policías haciendo el trabajo más duro, difícil y arriesgado. Sin embargo, poca gente es capaz de ver y entender el significado real que tienen dichos seres. Los cuentos deberían hablar de héroes peludos, como la gata que es la única compañía de una persona mayor y que le quita lo que más le duele, el sentimiento de soledad. Ella no necesita más que ser querida para vivir feliz a su lado, algo que muchas ocasiones no está dispuesto hacer ni un familiar.

Destacar la increíble labor de los perros de terapia, ya que sólo ellos consiguen algunos objetivos, y en el caso de las personas que sufren algún trastorno, esta ayuda puede suponer la única forma de mejorar determinadas áreas de su vida. Su aportación es única, ya que sólo ellos son capaces de ayudar de esa forma tan especial.

Empecemos a dar importancia a los valores que realmente la tienen y, aunque atente contra nuestro ego de humanos, esos valores están representados en muchas ocasiones por el mundo animal.