Querido humano, para ti tan sólo soy un animal. No ves en mí grandes capacidades pues tan "sólo" sirvo para dar amor, eso que tanto te cuesta a ti€ Haces conmigo lo que deseas. Me encierras en una casa, me pones un abrigo o no, me dejas en un sitio que no conozco durante una temporada pensando que no vas a volver, me impides tener hijos o me obligas a criar sin descanso, me dejas atado esperando en la puerta de una tienda, siempre expectante al momento de volverte a ver€

Me abandonas, me utilizas, me impides desarrollarme como el animal que soy. Otras veces tengo suerte y caigo en buenas manos que me respetan y me proporcionan lo que necesito. Mi vida depende de lo que tú decides y de lo que el destino aleatoriamente tiene preparado para mí, pues no existen leyes que me protejan ni que velen por mí. Algunos más afortunados pertenecemos a especies respetadas por tu condición. Otras con menos suerte esperan desesperadamente la muerte, pues la vida que los humanos les proporcionan, les supone el mayor sufrimiento que un ser es capaz de soportar y de hecho aún no sé ni cómo lo aguantamos. Me explotas hasta llegar a morir extenuado, me pegas por no ser capaz de dar más de mí o por no entender lo que necesitas o esperas que haga, me torturas, me matas€

Sin embargo, mis ojos expresan que a pesar de todo esto, tan "sólo" estoy aquí para quererte incondicionalmente. Para enseñarte que las almas puras existen y que hay seres que no se corrompen jamás. Lo que yo te doy, nadie más te lo proporcionará, ni siquiera tu propia especie tan valorada por ti. Quizás por eso te aprovechas de esta situación. Los humanos no entendéis que el amor no sabe de intereses. Y esto tan insignificante para ti, es lo que los animales hemos venido a enseñaros. La capacidad de dar sin esperar recibir. Pero sólo los corazones que estén preparados para abrirse ante el más puro sentimiento que os venimos a regalar, podrán entender nuestra verdadera función, nuestra esencia y que tenemos lo más preciado y lo que el ser humano más necesita, el amor.