La pregunta de los lectores:

Unos vecinos tienen un perro que, a menudo, ladra y lloriquea sin motivo aparente. Apenas lo sacan a pasear y, cuando lo hacen, no se les ve un trato cariñoso hacia el mismo. Sé que, en realidad, todo esto no quiere decir nada pero, no para de darle vueltas.

¿Cómo podría saber si, realmente, el animal está siendo maltratado?

RESPUESTA:

Nos planteas un tema tan importante como delicado. Para empezar te aconsejamos que, con cualquier excusa, hables con tus vecinos e intentes recabar la máxima información posible. El fin es poder contestar a algunas cuestiones fundamentales para intentar saber si, realmente, el animal es maltratado o no. 1º La comida y el agua: ¿El animal dispone de suficiente y adecuada? ¿Qué come a diario? ¿Le cambian a menudo el agua? 2º El refugio: ¿Está siempre atado, vive en un balcón, patio interior o recluido en una habitación? 3º El trato: ¿Recibe cariño o es tratado con desprecio? ¿Le gritan? ¿Le pegan? 4ª Vida social y comportamiento: ¿Qué tal se lleva con otros animales? ¿Y con otras personas? ¿Sale regularmente a pasear? ¿Es un perro juguetón o, por el contrario, muy retraído? ¿Camina erguido o agachado? ¿Esconde su rabo entre las patas? ¿Está siempre aterrorizado? ¿Ladra continuamente? 5º Aspecto y estado sanitario: ¿Presenta signos externos de maltrato físico? ¿Se le ve saludable o está delgado y tiene aspecto enfermizo? ¿Lo llevan regularmente al veterinario? ¿Está identificado, vacunado y desparasitado?

La respuesta a todas estas preguntas puede ayudarte a valorar mejor la situación pero, en cualquier caso, ante la más mínima duda, denuncia los hechos. En estos casos, más vale prevenir que curar.