Muchas personas desconocen que la presencia de caballos en nuestras islas no es tan antigua como la de burros y mulas. Seguramente, la mayor fuerza de estos últimos hizo que los árabes impusieran su presencia, dada la dedicación de los mismos a la agricultura. Sin embargo, tenemos constancia de que, ya en el siglo XVIII, existían también ejemplares de caballos dedicados, principalmente, al traslado de personas y disfrute de los mismos.

La población de equinos se multiplicó rápidamente en las islas y eso produjo la existencia de nuevas profesiones como los mozos de cuadras o los herradores que tan importantes resultan hoy en día para el cuidado de los cascos de los animales.

Actualmente Mallorca tiene algunos de los caballos más cuidados de toda España. La protección de éstos es una prioridad. Atrás quedan las secuelas de la crisis económica que tan duramente azotó la piel de muchos de ellos dejándolos literalmente en los huesos. Sin embargo, afortunadamente, hoy en día nuestros caballos vuelven a lucir con todo su esplendor.