Los leones aprenden a vivir jugando. Sus peleas les enseñan a compartir, y sus carreras a cazar. Por eso, cuando dos cachorros se ven apartados de su hábitat natural por la mala acción del hombre y hay que prepararles para volver a África, jugar con una simple pelota puede enseñarles respeto y amistad, algo que les será de gran ayuda cuando vivan en libertad.