Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de algunas decisiones como adoptar a un animal para salvar sus vidas y ayudarles. Podemos hacer grandes cosas por ellos pero en este artículo quiero hablar de la importancia que tienen pequeños gestos, que muchas veces son inconscientes y automáticos, pero que tienen una repercusión muy importante en la vida de muchos animales invisibles para la mayoría de la sociedad. Son conductas de nuestra vida cotidiana que cuestan muy poco esfuerzo modificarlas y que sin embargo pueden salvar la vida de muchos animales y detener el maltrato que sufren como consecuencia por ejemplo de la experimentación o el testaje de productos en seres vivos. Algo tan simple como elegir una marca de champú en lugar de otra en el supermercado al hacer la compra, puede suponer no estar alimentando la tortura de los animales que han sido probados con ese producto.

También se puede evitar comprar productos hechos con piel de animal como zapatos, bolsos o abrigos, ya que además cada vez existen más productos fabricados con piel sintética en el mercado. La experimentación en animales con lleva muchísimo sufrimiento en conejos, ratas, incluso en perros y gatos. Es un tipo de tortura cruel y totalmente innecesaria, ya que actualmente en el mercado existen muchísimos productos que no realizan tales prácticas. De hecho, cada vez son más las empresas que se posicionan en contra del maltrato animal mediante las pruebas de sus productos en ellos. Recomiendo que miréis la lista de marcas que no lo hacen y comprobaréis que muchas de ellas están al alcance de nuestra mano. En nuestro día día ponemos en marcha comportamientos de forma automática sin ser conscientes de lo que puede suponer, pero si tomamos conciencia de que haciendo cosas muy pequeñas también podemos cambiar la realidad de los animales y luchar contra el maltrato animal, estaremos colaborando de forma activa y sin mucho esfuerzo con el fin del maltrato hacia animales. Seres vivos que sufren invisibles en jaulas de laboratorios y que de nuestra conducta depende su bienestar. Hay que tener en cuenta que además, esta forma de actuar fortalecerá nuestra autoestima y nos hará ser más coherentes con nuestros principios, poniendo nuestro granito de arena para conseguir un mundo mejor para todos.