Adriana Abenia es una de las mujeres más deseadas de nuestro país y lo sabe. Se lo toma con tanto humor que hasta se ríe de sí misma. Gusta mucho y más le gusta gustar y encender las redes, como lo hizo hace unos días cuando, de buena mañana, compartió una foto de su culete, que se acabó convirtiendo en viral.

Ya totalmente recuperada de la intervención a la que se sometió por un tumor en la garganta, la presentadora no quiso perderse la presentación de las nuevas bikers que Maya Hansen ha diseñado para Schweppes.

- ¡La que has montado con la fotografía de tu culete en las redes! Se ha vuelto viral, ¿te imaginabas el revuelo?

Es una foto subida de tono pero no pensé que fuera a dar tanto que hablar. De hecho, no iba a subirla. Fue Sergio, mi marido, el que me dijo que por qué no ponía una mía en lugar de la de una modelo. Y a las 9 de la mañana me puse con el culete en pompa mirando a los almendros de debajo de mi casa y fue él el que me hizo tres fotos. También manda narices que sea mi marido el que me anima a esto (risas).

- ¿Se sufre mucho para tener una derrière así de espectacular?

Ahora sufro poco porque llevo tres meses sin ir al gimnasio porque he estado malita. Pero se me ha puesto hermoso, hermoso. Yo pensaba que me iban a decir de todo, que si se me había puesto gordo... Pero se hizo hasta viral. Creo que en España los culos están sobrevalorados... Se lio una gorda. Voy a regañadientes al gimnasio, alterno cardio con ejercicios de culete. Odio las sentadillas, pero al final son las más efectivas. Mi entrenador me hace sufrir.

- ¿Le dedicas mucho tiempo al deporte?

Ahora no hago nada y estoy encantada. Cuanto más gorda estoy, más ligo. Me he dado cuenta de que cuantas más curvas tengo, más se giran por la calle y me encanta. Me gusta gustar y que me miren. Con mi marido me pasa, el día que alguien no le diga 'qué mono', será que se está echando a perder. Y a él también le encanta que me digan piropos a mí. También él me los dice... si no, ¡divorcio!

- Hace unos días contaste que te habían quitado un bultito del cuello, pero nadie sabía nada ¿por qué decidiste contarlo?

Me decidí a contarlo porque la revista ¡Hola! publicó que me habían quitado un bultito en el cuello. La gente empezó a llamarme y me vi obligada a contarlo para liberarme, evitar especulaciones y tener que contestar a todo el mundo. No cogía el teléfono para no explicar todo y no quería que pensaran que era una estúpida. Fue tan dramático como lo viví por la pérdida de voz que no quería contárselo a nadie. Estaba desesperada.

- Y ya estás totalmente recuperada, ¿no? Al menos eso parece..

Muy bien. De maravilla. ¡Cantando! Sigo con ejercicios de logopedia para conservar la tensión en las cuerdas vocales. Aún no siento el cuello, eso es chungo porque mira que si un día me pongo un vestido con cremallera y me pillo la piel... ¡no me entero! Se irá recuperando con el tiempo. Estoy feliz. Lo más preocupante era la parálisis de la cuerda vocal izquierda y ya está recuperada.