Irene Villa, licenciada en Audiovisuales, Humanidades y Psicología. Víctima de un atentado terrorista cuando tenía 12 años. Luchadora nata, es siempre optimista y nunca pierde la fe. 'Nunca es demasiado tarde, princesa' es su último libre.

-¿Ha pensado alguna vez en dedicarse a la política?

-No. Jamás me he aficionado. Me han ofrecido trabajar para varios partidos pero nunca he querido porque no soy política. No es algo que me atraiga. Mi discurso está por encima de cualquier ideología política.

-¿Qué opina sobre las redes sociales?

-Son un instrumento muy potente. Ahora se habla mucho de demasiada libertad. Que cada

uno diga lo que quiera. No hace daño el que quiere sino el que puede. A mí no me hacen daño para nada las críticas. Los chistes sobre mi me encantan. Están ahí para volcar lo bueno y lo malo, las miserias y las virtudes del ser humano.

Es tan libre y hay tan poco freno que vemos barbaridades. A mí no me afecta. Pienso qué tendrá de horrible en su corazón alguien para llamar a Ana Pastor, todo lo que la han llamado. Fue dramático porque le dijeron de todo y es una periodista independiente, por eso creo que se le machaca.

-¿Para qué nunca es demasiado tarde?

-Para cualquier cosa que uno se proponga. Cumplir un sueño, lograr un objetivo, una meta, un trabajo.

-¿De qué trata el libro?

-Son seis historias unidas por mi vida personal actual. Las vivencias que he tenido con mi hijo, mi marido, con mi madre y mi entorno familiar. A la vez son historias de personajes a los que se les cae la vida por razones como la droga, accidentes de tráfico, un cáncer...

Al final todos lo pasan muy mal porque la vida no es fácil pero merece la pena vivirla porque luchando si sacas lo mejor de ti poniendo en alza los valores humanos, con la fuerza interior y el amor propio, se superan. A veces son el único camino para ser feliz.

-¿A quién está dirigido?

-Para los jóvenes es un libro que ayuda y está animando a mucha gente. Doy ingredientes, no recetas mágicas para superar todos estos temas que intento plasmar. Cómo se puede dar la vuelta y tener una vida plena, sana y feliz.

Tampoco pasa nada si te caes. Es un libro para decir: "No pasa nada si te has drogado" porque el ser humano tiene sus debilidades y es frágil. Hay que reconocerlo y enmendarlo. Saco las miserias humanas que todos tenemos o hemos tenido y cómo hay que superarlas.

-¿Por qué una novela y no un libro de autoayuda?

-Me dedico a la motivación y superación, lo que pasa es que de forma novelada. Sé que un libro de autoayuda lo lee un perfil de gente específico y lo que pretendo es que lo lea gente que no tiene nada que ver con la psicología ni con los congresos en los que intervengo. Es un libro para mayores de 18 años, porque hay cosas fuertes incluso de sexo, que son de dos rombos. Tiene mucho mensaje. Es más ameno y uno lo puede interiorizar mejor.

-¿Es la familia el pilar fundamental para superar las desgracias personales?

-En mi caso sí lo ha sido. En la novela no todos han tenido apoyo familiar. A veces la familia es la que te hunde o te pone freno. Los personajes encuentran la fuerza en ellos mismos. Hay que empezar de cero como dice Dani Martin en la canción.

-¿Cómo empezó usted de cero después del atentado que sufrió en 1991?

-Decidiendo que ese suceso no iba a condicionar mi vida para siempre y rompiendo cualquier vínculo con la persona que me ha hecho daño. Para tener un corazón fuerte y sano la única solución es perdonarles. Es una decisión que uno toma libre pero muy beneficiosa.

-¿Cuál cree que es la solución para que desaparezca la banda terrorista ETA?

-Yo de ese tema hace tiempo que he dejado de opinar porque han cogido el relevo otras víctimas.

Antes estaba siempre opinando pero ya he dicho que se acabó hablar de terrorismo o de etarras. Espero que nunca más pase y que otras víctimas luchen por ello.

-¿Le molesta que se le encasille en el rol de 'víctima del terrorismo'?

-Hay tantas cosas que me definen que lo de víctima es lo que menos lo hace. Nunca me he sentido víctima y no quiero que se me reconozca por ello, es un poco rollo con todas las cosas que he conseguido todos estos años.