Ha vuelto Manolito. Bueno, ´Mejor Manolo´, porque el carismático personaje de Elvira Lindo ya es todo un hombre. Más o menos como sus lectores, los que en la década de los noventa devoraban las historias de aquel niño de Carabanchel Alto. ¿O no? Pues no, porque por muchos años que cumpla, a Manolito siempre le quedará ese ramalazo de ingenuidad infantil con la que encandilaba - y sigue encandilando - a sus lectores. Pues todavía, los más pequeños de la casa siguen escalando las estanterías de sus hermanos mayores para recuperar los tomos del popular personaje de la escritora gaditana. En los próximos meses, serán ellos - concretamente unos dos mil pre adolescentes de entre 12 y 14 años de la Región - quienes juzguen ´Mejor Manolo´ (2012), la nueva historia de la serie, una de las obras nominadas a los premios Mandarache 2014.

-Diez años, pero, al final, siempre vuelve a Manolito ¿Qué le ha motivado a volver con él?

Diez años, sí. Un montón de tiempo en el que he ido haciendo muchas cosas que no tenían nada que ver con el personaje. Pero bueno, siempre he recibido cartas de los lectores preguntándome si iba a escribir otro libro. Me dio pena dejar el personaje olvidado para siempre. Además, el último se había quedado sin concluir - la madre estaba embarazada - y este libro cierra el argumento.

-En todo este tiempo, ¿ha cambiado mucho el mundo en el que vive Manolito? España, vamos.

España ha entrado en los últimos años en una crisis económica grande, pero la familia de Manolito ha vivido en su particular crisis económica desde siempre. Letras que pagar, deudas que resolver... pero no porque hubieran vivido por encima de sus posibilidades, sino porque son clase trabajadora. Ahora continúan en la misma situación y, no sé cómo será su futuro, pero no quiero hundirlos económicamente. Espero que sobrevivan.

-Y, a pesar de las dificultades, ¿se ha adaptado Manolito ya a las nuevas tecnologías - el watsapp y esas cosas - o sigue fie a su ritmo de vida casi rural en Carabanchel Alto?

Por supuesto. Hoy en día es imposible sustraerse de eso. Tienen ordenador, como cualquier familia normal. Imposible alejarse de esa realidad.

-El caso es que la situación actual exigía la vuelta de Manolito. Nadie como él para representar el estado de la familia española más común.

Él y su familia viven en un barrio obrero, con la correspondiente realidad que les rodea. Yo no pretendía dar ningún mensaje, pero lo cierto es que en este nuevo libro hay una realidad social que a todos nos suena. Lo que vemos por televisión, los apuros económicos, la incertidumbre, etc. Es un libro humorístico, para niños y para jóvenes, pero la realidad en la que viven se ve desde la primera línea.

-Eso sí, siempre con su humor e ironía características. ¿Es esta, quizá, la mejor forma de sacar los problemas a la luz?

No sé si es la mejor fórmula, porque cada cual elige el tono que precisa para contar una historia, pero yo en este género me muevo como pez en el agua. En mi vida he escrito muchos textos humorísticos y creo que la comedia siempre ha sido un género muy adecuado para representar las dificultades y muy relacionado con la tradición española (la picaresca, el esperpento€).

-La vuelta de Manolito le ha traído la nominación a los Premios Mandarache 2014. En esta ocasión se enfrenta a un jurado difícil, pero quizá el más objetivo: dos mil niños de entre 12 y 14 años (categoría Hache).

Pues sí. La verdad es que yo voy a ir esta semana pero no sé si mi presencia puede cambiar o no el juicio de ese jurado. Pero, lo que esperas al final es que realmente voten el libro que más les ha gustado, que más les ha llegado. Al ser jurado popular es indiscutible. Lo que sea, será.

-¿Pero ´Mejor Manolo´ va dedicado a ellos - a los niños - o es un libro más para todos los públicos y edades?

Creo que el humor es la mejor vía para llegar a todos los públicos. Cuando escribo, no pienso que mi texto es adecuado para niños de 12 o 14 años, quiero que lo lea también la madre o el abuelo. Los personajes cómicos son los que mejor viajan entre las diferentes edades de la vida.

-Pero quizá son los más pequeños los que necesitan un empujoncito hacia la lectura, ¿no? Especialmente después de los últimos datos del Informe PISA. ¿Crees que los jóvenes de ahora no leen?

Dentro de las clases, los jóvenes que leían nunca han sido mayoría. Vivimos un problema más de educación e instrucción. La lectura aporta muchísimas cosas en la vida, pero creo que hay que separar la literatura de la comprensión y redacción de un texto. Los libros son algo que pueden completar su formación humanista, pero conozco muchas personas adultas a las que no les gusta leer y, en cambio, son educadísimas. Estamos ante un problema de educación general. Antes de la lectura de ficción hay muchas cosas.

-En cualquier caso, pasan los años y Manolito sigue siendo un caso especial. Hoy día hay niños que apenas leen pero se saben de memoria las historietas que leían en los libros de sus hermanos mayores.-

Para mí es una satisfacción enorme. Lo cierto es que he tenido mucha suerte porque Manolito siempre ha atraído a muchos lectores, y no solo porque los mande el maestro.

-Pero bueno, se nos está haciendo mayor y, cuanto más mayores somos, más aburridos. ¿Le queda aún cuerda para más a Manolito?-

Todavía no puedo decir que lo haya cerrado. Me haría gracia que la gente supiera qué ha sido de él dentro de unos años, así que ya veremos.