Mireia Belmonte es una de las más firmes esperanzas de medalla para España en los Juegos Olímpicos de Londres. Esta nadadora de 21 años, que empezó a practicar ese deporte antes de cumplir los cuatro por consejo del pediatra, ha logrado seis marcas mínimas para la competición que empieza en la capital británica el próximo día 27. Pero aún no ha decidido en cuáles de las pruebas va a participar: "Dependerá del calendario y de que haya un mínimo tiempo de recuperación entre una y otra".

Su preferida es los 400 metros estilos, "la más divertida de entrenar y en la que me siento más cómoda; los 200 se me pasan demasiado rápido, casi ni me entero", comenta.

Ha trabajado mucho su fortaleza mental, un aspecto clave en un deporte individual en el que "si tienes un mal día, no puedes refugiarte en nadie más".

Hace años que se le ilumina la mirada pensando en conseguir una medalla olímpica, el sueño de su vida y por el que daría "casi cualquier cosa".

Debutó en los Juegos de Pekín, donde su juventud e inexperiencia pesaron demasiado en un mundo en el que todo se mide en milésimas de segundo. "Tenía 17 años y estaba impresionada, ver a Kobe Bryant en el comedor, a los ídolos de mi infancia paseando por la Villa Olímpica... Todo eso me dispersó un poco. Ahora soy más madura, tengo muchos más campeonatos a mis espaldas y estoy más segura de mí misma", afirma Belmonte.

Tiene una confianza sin fisuras en las propias posibilidades, la determinación que impulsa a los deportistas de élite. La nadadora ha cambiado de entrenador y tiene un preparador psicológico que refuerza su optimismo. "Me ha cambiado los esquemas y en vez de pensar en "y si?" me anima a preguntarme "¿por qué no?".

La melodía de su móvil es una bocina de coche, pero ella prefiere avanzar sin prisas. "Cuando se tiene un objetivo, hay que controlar que no se convierta en una obsesión, ir poco a poco, trabajar día a día, superar una meta tras otra".

Es muy exigente consigo misma "si no, no puedes aspirar a lo más alto", puntualiza. De vez en cuando se concede una pequeña indulgencia dentro de su régimen de vida espartano: algún capricho de chocolate.

Fuera del agua, Mireia Belmonte es alegre, constante, sencilla y tenaz. No le gusta perder, ni a los seis años, cuando quedó segunda en una competición y no quería ir a buscar su medalla. "A Londres voy a por el oro, al segundo no lo recuerda nadie".

Ella aspira a ser recordada como "una buena deportista y a ser la referente de la generación que viene detrás". No se ha sentido nunca infravalorada, aunque es consciente que "de la natación sólo se acuerdan cuando hacemos algo muy bien o algo muy mal. He sido campeona del mundo cuatro veces, pero desapareces rápido de los titulares".

Está a gusto en el agua, pero también piensa en el futuro, porque vivir de la natación es muy difícil. Por eso está muy satisfecha de la experiencia de prestar su imagen a las depiladoras Silk Épil, de Braun.

Le divierte posar y le interesa la moda: "Tengo muchas ideas en la cabeza y algún día me gustaría tener mi propia línea de bañadores", dice ilusionada. Pero aún le quedan muchos kilómetros por nadar.

Cómo se cuida una campeona

Sombras. Lápices de ojos y máscaras de pestañas que aguantan, sin alterarse, la humedad, el sudor y los

baños frecuentes. Es conveniente quitarlos con productos específicos. Máscara azul de pestañas. Volume Effet Faux Cils Waterproof. 30,30 €. Yves Saint Laurent.

Piernas perfectas. Ir perfectamente depilada es para mí una obligación, ya que se nota muchísimo en los tiempos", explica Mireia Belmonte. Para las piernas utiliza la depiladora Braun Silk-épil 7 Doble Acción, de la que es imagen, por la comodidad de poder usarla incluso bajo la ducha. 165 €.

Hidratante. Se hace imprescindible cuando se pasan seis horas diarias dentro de una piscina. Para momentos concretos, se recomienda una crema perfumada enriquecida con glicerina y vitamina E. Queen Size Lady Million. 300 ml. 64 €. Paco Rabanne.

Aceite. Para facilitar el desenredado, que se utiliza de medios a puntas. También protege del sol y aporta brillo. Elixir Ultime Grand Cru Rosa Milenaria para cabellos finos. 34,90 €. Kérastase.

Laca de uñas. En dorado, uno de los colores de tendencia. Gold Chrome. 14, 50 €. CND.

Mascarilla reparadora capilar. Aplicada dos o tres veces por semana minimiza los daños provocados por la sal y el cloro y combate la deshidratación. Mascarilla intensiva Repara y Protege. Para cabellos normales o gruesos. 5,49 €. Pantene.