La moda nació, en parte, gracias a ellos. Si los primeros grandes diseñadores, Worth, Poiret o Paquin, se desmarcaron de las creaciones de su época y adquirieron el rango de artistas fue porque, entre otras variables, experimentaron con materiales alejados de la indumentaria de principios del XX. Un ejemplo fueron los cristales que Daniel Swarovski comenzó a cortar y manipular de forma innovadora. El resto es historia: no hay firma de moda que no haya requerido los servicios de la casa austriaca para hacer brillar, literalmente, sus prendas...