Representan y venden (muy bien) el estilo parisino, esa entelequia que consiste en ir perfecta sin que parezca que se ha invertido ningún esfuerzo en conseguirlo y en estar completamente al día con la tendencia pero a la vez clásica y atemporal.

Esa cosa, en definitiva, tan díficil de lograr, pero que resulta un poco más obtenible calcando los looks que proponen tiendas como Comptoir des Cotonniers y The Kooples, pero sobre todo Sandro y Maje, que en el último lustro se han hecho muy fuertes en las principales arterias comerciales de Europa y Estados Unidos.

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