Las obligaciones diarias nos impiden tener el tiempo suficiente para tener la casa como una patena. Después de un agotador día de trabajo, está claro que lo que menos apetece es llegar al hogar y ponernos a limpiar.

Pero como al fin y al cabo no hay más remedio si se quiere tener la casa ordenada, aquí os traemos cinco trucos para todos aquellos que odian limpiar.

Elimina la grasa de la cocina

Para dejar la cocina reluciente en un abrir y cerrar de ojos comienza guardando todos los utensilios innecesarios que estén sobre las encimeras. Después, con un poco de quitagrasas limpia la vitrocerámica, la encimera y algún electrodoméstico en el que se pueda acumular la suciedad. Déjalo actuar y pasados 10 minutos, con una servilleta, elimina los restos del limpiador.Envuelve la escoba con una media de nailon

¿Suena raro? Con este truco recogerás las pelusas y las motas de polvo que recorren los suelos de tu casa de una pasada. Y es que la electricidad estática del nailon es capaz de atraer hasta las partículas más pequeñas.Busca un sitio para cada cosa

Piensa en las cosas que sueles tener tiradas en cualquier parte y busco un sitio fijo para ellas. De este modo, las quitarás de lugares donde no les corresponde estar y también las encontrarás con mayor facilidad. Con este truco, la sensación de desorden desaparecerá notablemente.

El polvo de los muebles

Resulta imposible que el polvo no se acumule sobre los muebles. Para evitar que acabe suspendido en el aire por toda la casa, límpialo con un trapo o con una bayeta empapada en agua y jabón. Un truco es aplicar una capa de cera sobre algunos muebles para que no sigan acumulando polvo.Deshazte de algo inútil cada día

Suele resultarnos difícil tirar a la basura algunas de nuestras pertenencias, aunque no las utilicemos y carezcan de utilidad, sobre todo si tienen cierto valor sentimental. Identifica estos objetos y, si no te ves preparado para deshacerte de ellos, vete acumulándolos en una caja.