En invierno resulta complicado secar bien la ropa si no disponemos de una secadora en casa. Guardar nuestras prendas con humedad en el armario genera un desagradable olor que podemos evitar siguiendo estos sencillos trucos caseros.

No dejes la ropa en la lavadora más de dos horas, pueden proliferar microorganismos. Si se te olvida y se produce olor a humedad, vuelve a poner la lavadora añadiendo un vaso de bicarbonato de sodio en el cajetín del detergente.

Evita tender la ropa de noche. Aprovecha las horas de sol para que se seque bien. También puedes utilizar el calor de la vivienda para completar el secado.

Si dejamos cerrado el tambor de la lavadora tras un lavado, lo más probable es que se generen malos olores por la humedad que se concentra en su interior y que impregnará la ropa. Para eliminar el mal olor de la lavadora, programa un ciclo caliente y añade directamente en el tambor dos tazas de vinagre blanco.

Tiende de inmediato y estira bien las prendas en el tendedero para que se sequen antes y que las zonas más gruesas no desprendan olor por acumulación de humedad.

No dejes ropa húmeda en el cesto ni la mezcles con aquella que esté sucia. Las toallas o prendas deportivas acumulan humedad, por lo que conviene secarlas al aire libre antes de la colada.

Tras el lavado, evita los espacios pequeños para secar las prendas. Tiéndelas en lugares amplios donde les de aire fresco.

Cuando el olor a humedad tiene su origen en el armario y no quieres lavar la ropa, echa vodka en un pulverizador y rocíala. Ponlas a secar y el olor desaparecerá.

No guardes ropa seca en lugares con humedad. Las toallas, por ejemplo, es mejor dejarlas fuera del baño, donde el vapor de la ducha puede hacer que huelan siempre a humedad. No obstante, puedes usar deshumificadores para evitar la condensación en el baño y así el mal olor en las toallas.