El nórdico es esa funda o edredón relleno de fibras que sustituye al edredón tradicional en las camas. La gran diferencia entre el edredón clásico y la funda nórdica es que la segunda debe vaciarse para poder lavarse.

La funda del nórdico debe separarse del resto del mismo, dado que es la parte que contacta directamente con el cuerpo. Además, hay que tener en cuenta que esta cubierta está compuesta totalmente de algodón (o, al menos, de un 50% de este material).

Esa es precisamente su gran dificultad e incomodidad. Extraer el relleno de la funda puede resultar sencillo. Sin embargo, volver a introducir dicho relleno es otro problema. Es frecuente que no seamos capaces de repartir bien el interior y ajustarlo a las esquinas. Por ello, os dejamos un truco para que no nos desesperemos en esta misión:

1. Extiende la funda del nórdico sobre la cama. Es importante hacerlo del revés.

2. Una vez esté extendida, comienza a colocar el relleno (también extendido) del nórdico sobre la funda.

3. Comienza a enrollar ambos.

4. Cuando llegues al final, dobla la esquina hacia el centro para comenzar a cerrar la cremallera o la cerradura de botones.

5. Cuando hayas logrado cerrarlo por completo, desenrolla el nórdico y estará listo para cubrir la cama de nuevo.

Las esquinas quedarán perfectas y podrás alisarlo con facilidad.