Hoy les mostramos un ejercicio de restauración y conservación romántico, una romántica casa mallorquina situada a las afueras del pueblo de Santa Maria del Cami. Una casa de campo, tradicional, construida a finales de 1800 rodeada hoy de un jardín de gran belleza y una piscina de estilo ibicenco, esas que tan de moda se pusieron en los años más divertidos y que huía de formas rectas para buscar imitaciones naturales que invitan a través de los sentidos al relax.

E.M. / MALLORCA

La reforma es obra de Regis Lopez, su propietario y el que disfruta de una vivienda con una ubicación magnifica en la falda de la Serra Tramuntana y con unas vistas espectaculares del campo mallorquín.

Los propietarios han reformado esta auténtica joya de la arquitectura tradicional Mallorquina respetando su esencia y carácter original. La casa inspira romanticismo por todos sus rincones. La fachada principal con tonos ocres y blancos en las ventanas le dan un carácter único. En la bella fachada se ha conservado un antiguo sistema de tejas que recogen las aguas pluviales y la dirigen al aljibe para su uso.

Los jardines han sido diseñados por sus propietarios, amantes del paisajismo y la decoración. En ellos no podían faltar todas aquellas plantas y árboles que la unen a la tradición del campo mallorquín. Almendros, olivos, granados, naranjos, higueras, aromáticas tan nuestras como el romero o tomillo se entremezclan destacando por su gran colorido acogedores y coloristas rincones donde las buganvillas fucsia o lila de gran tamaño parecen enormes bouquets de flores en mitad de un conjunto verde de singular belleza.

Esta propiedad nos traslada al pasado, donde uno cultivaba sus propios productos y hacían a las casas autosuficientes, por lo que no podía faltar el gallinero donde se recogen huevos frescos a diario y el huerto con todos sus aromas que siempre están presentes en la mesa de esta tradicional casa. La propietaria, Elena, es una gran cocinera.

La piscina contrasta y a la vez hace un perfecto conjunto con la casa. Blanca como las casas de Ibiza o Menorca y de forma ovalada irregular. Está rodeada de tal cantidad de vegetación, bambú, palmeras, cipreses, que la convierten en un verdadero oasis. Sus propietarios han creado diferentes ambientes a su alrededor, chillout, tumbonas, mesa y sillas que te invitan al disfrute de la calma de la isla.

El interior de la casa es tremendamente acogedor. El uso de la madera en las vigas vistas y toda la carpintería así como el barro en el suelo y los antiguos de canto plano dotan a esta posesión de una gran calidez. La casa conserva un lugar muy especial, el antiguo hogar, presidido hoy por una bellísima chimenea. Un lugar donde, en el pasado y hoy en día pastores, músicos, literatos y artistas entre otros, mantuvieron y mantienen apasionadas tertulias en torno al fuego.

La cocina también es realmente sorprendente. Se ubica en la antigua cuadra de la casa y, tras una excelente reforma, ha conseguido incorporar la tecnología más moderna respetando el mobiliario tradicional. Durante la reforma se respetó la imponente puerta de entrada de madera original, que dota al conjunto de una gran belleza.

Una de las zonas más espectaculares de la casa es la habitación principal. Un dormitorio de grandes ventanales que permite contemplar la falda de la Tramuntana mezclada con la belleza del jardín desde cualquier perspectiva. Este hecho hace que el dormitorio parezca estar ubicado dentro de un vergel.

Una casa que es patrimonio, historia y tradición, sus propietarios lo saben y por eso la disfrutan, conservan y miman. Para que perdure en el tiempo. Además de la casa principal la propiedad cuenta con unas casas de invitados donde se recibe regalándoles lo mejor de la vida mallorquina y todas las comodidades. La primera casa de invitados dispone de un salón-comedor, cocina, aseo, dos dormitorios con baño en-suite y por último, una tercera casita con una habitación amplia con baño.

Las casas están ocultas entre jardines, excelentemente cuidados, con un gran parque infantil con arena, el huerto muy cercano, dos porches con zona de barbacoa siempre humeante. Además, para ayudar a la calidez todo el año dispone de calefacción central mediante suelo radiante, aire acondicionado, conexión eléctrica y agua del pueblo de Santa María, una de sus grandes riquezas.