El viaje es el hilo conductor de "Le Corbusier. Un atlas de paisajes modernos", la exposición que se inaugura este martes en CaixaForum Barcelona y que repasa la trayectoria del genial arquitecto a través 215 maquetas, pinturas, fotografías y planos originales.

La exposición, que estará en Barcelona hasta el 11 de mayo, muestra la variedad de artes que cultivó Le Corbusier, que fue arquitecto, urbanista, pintor, diseñador de interiores, escritor, editor, fotógrafo y cineasta aficionado.

"Le Corbusier. Un atlas de paisajes modernos" es la más completa panorámica sobre el arquitecto organizada por el Museum of Modern Art (MoMA) y que llega a España tras haber sido visitada por más de 400.000 personas en el museo neoyorquino.

"Esta muestra es una de las más importantes de esta temporada porque hace más de 25 años que Barcelona no acogía una exposición tan amplia de esta figura clave de la arquitectura del siglo XX", ha dicho hoy la directora general adjunta de la Fundación "la Caixa", Elisa Durán, que ha anunciado que la muestra viajará a Madrid el próximo mes de junio.

Para las exposiciones de Barcelona y Madrid, los organizadores han añadido dos piezas que no se mostraron en Nueva York y que enriquecen el apartado dedicado a la relación de arquitecto suizo con Barcelona.

La directora adjunta de exposiciones y colecciones del MoMA, Ramona Bannayan, ha señalado que, en términos generales, la muestra ofrece "una nueva interpretación de la trayectoria de Le Corbusier a través de sus viajes y su relación con los espacios y los paisajes".

Paisajes tanto arquitectónicos como domésticos, ha precisado el comisario de la muestra Jean-Louis Cohen, que ha subrayado que la exposición reconstruye cuatro interiores creados por Le Corbusier, con su mobiliario original.

El recorrido expositivo empieza en La Chaux-de-Fonds, la ciudad suiza donde nació Le Corbusier, cuyo nombre real era Charles-Édouard Jeanneret, en 1887.

"Le Corbusier nació en una ciudad especializada en relojes, que en el siglo XIX eran máquinas y obras de arte a la vez", ha recordado el comisario, que ve en el reloj un símbolo de la trayectoria del arquitecto.

Las montañas de su ciudad natal también son simbólicas para Cohen, que ha subrayado la importancia que tenía para el arquitecto el diálogo entre las ciudad en crecimiento y su entorno. Con los honorarios de la primera casa que diseñó en su ciudad natal, Le Corbusier viajó a Italia, donde entró en contacto con la arquitectura de la antigua Roma.

"Es el arquitecto de la época de las máquina y, sin embargo, estaba obsesionado por el pasado, por la historia, por la Roma y la Grecia antiguas", ha puntualizado Cohen, para quien Le Corbusier es un hombre "contradictorio, polémico y genial".

"Su obra es muy poética y tiene una gran capacidad de emocionar, algo que puede parece contradictorio con su enorme ambición y algunos de sus proyectos más polémicos", ha agregado.

Algunos de estos proyectos polémicos están presentes en la exposición, donde se pueden observar planos y dibujos que muestran su intención de destruir el centro de París para reconstruirlo "con rascacielos que dialogaran con los pocos monumentos que se debían conservar".

En otro apartado de la exposición, un enorme diorama permite apreciar otro polémico proyecto: el que Le Corbusier diseñó para Barcelona en el marco de Plan Macià en 1933 y que preveía destruir la mitad de la Barcelona antigua.

"Estos proyectos son cuestionables, pero lo que permanece después de los años es una actitud. La actitud de hablar del mundo desde la arquitectura", según el comisario.

En el último tramo de la exposición, una gran fotografía panorámica de Richard Pare compuesta de 20 fotografías, muestra en toda su extensión la ciudad de Chandigarh, la nueva capital del estado de Panyab, en la India, que Le Corbusier concibió entera y que es una de las obras más monumentales de la poética del hormigón visto.