Hoteles de s´Arenal y Magaluf ya registran puntas de ocupación del cien por cien de jueves a domingo. Los casos de overbooking que se originan puntualmente en algunos establecimientos se están resolviendo sin dificultad, con el trasvase de clientes de un alojamiento a otro, sin necesidad de que cambien de zona turística. "No hay motivo para la alarma", confirmó ayer el presidente de los hoteleros de Palmanova-Magaluf, Sebastià Darder.

Su homólogo de la Platja de Palma, Francisco Marín, subraya este fenómeno de concentración de las reservas de jueves a domingo, mientras se estabilizan el resto de la semana. "El año pasado atribuí este fenómeno a la crisis económica pero creo que, al margen del impacto económico, podrían estar cambiando las costumbres del turista", interpreta. "Hace diez años las estancias pasaron de quince días a una semana y ahora se reducen a tres o cuatro días", abunda Marín. Darder también constata que clientes asiduos reparten sus visitas a Mallorca en dos tandas al año de cuatro días.

Al margen de que un amplio porcentaje de viajeros se aloje en establecimientos no reglados o en casas de amigos, la tendencia a sintetizar las vacaciones en un fin de semana largo explicaría que la masiva llegada de pasajeros al aeropuerto de Palma no se traduzca en un overbooking generalizado en los hoteles. Durante el mes de junio el aeropuerto de Palma logró un récord histórico, alcanzando un total de 2.839.296 usuarios. Este número supone un incremento del 11,9% respecto al mismo mes del año anterior. Julio y agosto también superarán todas las marcas.

De esta condensación vacacional en cuatro días se estarían librando los destinos familiares, como Playas de Muro. El presidente de sus hoteleros, Jesús Lliteras, corrobora que las estancias de los viajeros aun superan la semana de media. Playas de Muro ronda una ocupación del 90% pero flaquea el gasto de los clientes por el impacto de la crisis y el mal tiempo durante algunas semanas del mes de junio, se queja Lliteras. "La lluvia afectó al ánimo de los clientes, que redujeron mucho su consumo", afirma Lliteras.

Lo que sí se han garantizado este año los hoteleros es la venta de camas a precio de contrato, sin recurrir a las ofertas. No obstante, se ha producido una disparidad en la comercialización. "Algunos han conseguido aumentar el precio un 1% y recuperar el efecto de la subida del IVA decretada el pasado año", detalla Sebastià Darder, de Palmanova-Magaluf. Otros se han asegurado un colchón de clientes con las reservas anticipadas (hasta el 31 de marzo para los británicos y hasta el 31 de mayo para los españoles). El early booking conlleva descuentos de entre el 10% y el 15%. "La rentabilidad no se está correspondiendo con la alta ocupación porque el consumo energético ha crecido cerca del 17% y los costes de personal derivados por la actualización de salarios han aumentado un 4,1%", profundiza Darder.

Por otra parte, el comparador de precios de hoteles Trivago.es difundió ayer los datos correspondientes al mes de julio. Dormir una noche en un establecimiento de Balears cuesta, de media, un 32% más que el mes anterior, al pasar de los 97 a 128 euros.