Balears cerró el pasado mes de abril con un número de empresas superior al que existía doce meses atrás, un hecho de enorme relevancia si se tiene en cuenta que este crecimiento no se daba desde mayo de 2008. Según los datos facilitados por la Tesorería General de la Seguridad Social, el pasado mes se cerró con 40.218 centros de trabajo dados de alta, lo que supone 68 más que en el mismo periodo de 2010, y todo ello gracias al impulso del sector servicios, ya que la construcción y la industria del archipiélago no han conseguido poner fin a su caída.

El presidente de la patronal Pimem, Rafael Rubio, no oculta que este cambio de tendencia se sustenta básicamente en un factor: por primera vez existen espectativas serias de que esta temporada turística se va a saldar con un balance positivo, lo que ha animado la reapertura de negocios para aprovechar esta buena coyuntura. También su homólogo en Caeb, Josep Oliver, subraya el impulso que muestra el sector terciario de la mano de unas previsiones positivas para esta temporada.

Y los datos les dan la razón: las empresas de servicios han pasado de las 30.788 de abril de 2010 a las 31.390 del presente ejercicio, y dentro de este grupo, sus principales subsectores muestran esa misma evolución al alza.

Así, el comercio minorista ha visto como frente a los 6.571 negocios abiertos hace un año se ha pasado a los 6.617; en el caso de los bares y restaurantes se ha crecido de 5.451 a 5.713; y en la hostelería la evolución ha ido de 1.461 a 1.490.

Estos crecimientos se enmarcan en gran medida en una mayor actividad empresarial en las zonas turísticas, favorecida por una Semana Santa cuyo retraso ha permitido enlazarla con el inicio natural de la temporada de mayor actividad, el 1 de mayo, según pone de relieve Rubio.

Sin embargo, no todo son buenas noticias, porque la construcción y la industria del archipiélago siguen sin tocar fondo y acentúan su problema de anemia empresarial. En el caso del sector del ladrillo, sus 6.307 empresas de alta al cierre de abril del pasado año se han visto reducidas ahora a 5.835, mientras que en el sector secundario se ha pasado de 2.943 a 2.870. Por ello, Josep Oliver se felicita porque las cifras globales hayan mejorado, pero admite que "es pronto para lanzar las campanas al vuelo, y sería inocente pensar que ya está todo arreglado".

Por contra, en el sector primario aparece una ligera evolución al alza, al crecer de las 109 altas de 2010 a las 120 de este ejercicio. La lista de la Tesorería se cierra con una empresa más no tipificada que se mantiene constante en las islas.

Los presidentes de Caeb y Pimem expresan su esperanza de que unos buenos resultados hoteleros favorezcan el que las empresas de este sector reactiven la modernización de sus establecimientos durante el próximo invierno, lo que a su vez favorecería una mayor actividad entre las constructoras y entre la rama industrial vinculada a éstas.

En cualquier caso, un aspecto a tener en cuenta es que las heridas que la crisis ha dejado en el tejido empresarial de las islas son muy profundas, como se refleja en el hecho de que las altas contabilizadas en abril de 2007 eran 44.452. Por el camino se han cerrado más de 4.000 centros de trabajo.

Pero Josep Oliver se muestra convencido de que la destrucción empresarial ha llegado a su fin, y apuesta por el mantenimiento de aquellas que han sido capaces de sobrevivir hasta ahora, especialmente si la temporada positiva se salda con el buen resultado esperado.