Vuelve la ecotasa. Aunque esta vez vendrá de fuera. El Govern Matas (2003-2007) la tumbó para regocijo del sector turístico a los seis meses de estrenarse en el poder, pero siete años después Mallorca la pagará igual, solo que en esta ocasión no se quedará con el dinero que reporte. Los euros engordarán el tesoro público alemán, que recaudará a los 3,61 millones de pasajeros alemanes que cada año cogen vuelos con destino a la isla 50 de los 1.000 millones de euros que pretende obtener anualmente la canciller Merkel con su recién inventada ecotasa.

Lo confirman en la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), cuyos técnicos advierten que el impuesto aéreo de nuevo cuño obligará a las compañías a pagar entre 8 y 14 euros por pasajero. Que sea una u otra cifra dependerá directamente del tamaño del avión, de sus emisiones de CO2 y de su impacto acústico. O eso es lo que creen en las aerolíneas, porque Angela Merkel presentó la idea con el estilo más de moda entre los gobernantes europeos: asustando con una medida de la que no se ofrecen más concreciones que una cifra de recaudación abultada.

De ahí también las quejas de la propia asociación aérea y de las aerolíneas alemanas, que horas después del anuncio unían fuerzas para criticar la "irresponsabilidad" de una ecotasa que lastrará aún más las cuentas de resultados de uno de los sectores más golpeados por la crisis que no cesa. "Estamos consternados. Pretenden estigmatizar al pasajero del avión, dando la idea de que es un medio de transporte de ricos, cuando todos sabemos que no es así. Y menos en una isla. Es el momento más desafortunado. Aun no nos han compensado por las pérdidas de la nube volcánica y ahora vienen con esto", se lamenta Álvaro Middelmann, director general de Air Berlin, que se teme que la "ocurrencia" se contagie a otros países. "Últimamente parece que las malas ideas son las únicas que se copian", avisa.

Merkel recauda más que ZP

Y en lo que Zapatero, Sarkozy y compañía se preparan para seguir la senda abierta por Reino Unido y Alemania, Merkel ya puede apuntarse una tanto: logrará recaudar a costa de Mallorca con su impuesto a los viajeros más de lo que logrará el presidente Zapatero con la congelación de las pensiones de la isla a partir de 2011 –50 millones de la medida alemana, frente a 45 millones del tijeretazo de ZP. Y eso si se aplica la versión suave de la ecotasa, que en principio solo gravará a los aviones que despeguen de Alemania, pero si el impuesto sigue el modelo que trabaja Londres y no descarta todavía Merkel, la cifra se doblaría: también pagarían las compañías por aterrizar en suelo germano, engordando el impacto sobre las conexiones a Mallorca a cien millones, tantos como ahorrará el Tesoro español con la congelación a los funcionarios de la isla.

El problema es que la renacida ecotasa que ahora aplicará el país que más se la criticó a Balears en su día golpeará donde más le duele a Mallorca: en su turismo, que da por descontado un nuevo retroceso de su principal mercado emisor como consecuencia directa del encarecimiento de los billetes. "Es otro palo en las ruedas. Estamos asistiendo a una concatenación de hechos en los mercados emisores que lo único que hacen es añadir dificultad a la venta de pasajes", resume con tono de hartazgo y resignación el presidente de la Agrupación de Cadenas Hoteleras, Aurelio Vázquez, que enumera los golpes recibidos por el turismo desde que en abril puso a funcionar las máquinas para convertir el verano 2010 en el de la recuperación. Habla así de la subida del IVA, del avance del paro y la depresión del consumo, de las dificultades de financiación y del volcán, antes de sudar frío al pensar en que a los alemanes les van a encarecer los billetes de avión.

Porque les van a encarecer los billetes de avión. Se encarga de confirmarlo el propio Middelmann, aun "alucinado" por una ecotasa cuyo regreso no se esperaba tan pronto. "Es pronto para saberlo y hacer proyecciones sobre los precios, porque aún no han detallado nada de cómo va a ser. Yo confío en que den marcha atrás. Pero si siguen adelante, los márgenes de las compañías son tan reducidos que no va a quedar más remedio que trasladar la tasa a los pasajeros".

Hasta un 30% de subida

Y el impacto será duro. Sobre todo en los vuelos comprados con antelación. Porque la ecotasa pesará más a quienes recurren a billetes de bajo coste para viajar. Lo comprobaba ayer mismo este diario con las aerolíneas alemanas que operan en el aeropuerto de Mallorca, a las que esos 14 euros adicionales por pasajero les llevarán a subir las tarifas hasta un 30%. Ese es el caso por ejemplo si se aplica el último invento de Merkel a un billete con Air Berlin entre Fráncfourt y Palma a finales de agosto, que pasará de costar los 58,95 euros a los que se cotizaba ayer a valer un 23% más: 73,95 euros. O con un viaje desde Berlín en las mismas fechas, que saldrá un 29% más caro: de los 48 euros de hoy se elevará a 62 con la ecotasa que aliviará las cuentas públicas alemanas mientras golpea las mallorquinas.