El gasto directo realizado por el turismo de cruceros en el Puerto de Palma, en 2009 fue de 70 millones de euros y el valor añadido generado por los cruceristas en la comunidad autónoma fue de unos 35 millones de euros.

Los datos forman parte del total de gasto originado el año pasado por el turismo de cruceros en los países mediterráneos de la UE, que alcanzó los 1,3 billones de euros, con un valor añadido de 600 millones, según el estudio "Inversiones en instalaciones turísticas en los puertos. Medidas para reducir el impacto medioambiental y optimizar los beneficios", difundido por el Centre Balears Europa.

El estudio precisa que el gasto medio de un turista de cruceros en tránsito se estima en 60 euros, mientras en el caso de una escala alcanza los 95 euros.

Palma ocupa la octava posición de Europa en número de atraques, comprendiendo escalas, partidas y llegadas; y la novena en número de pasajeros, aunque, al igual que otros puertos mediterráneos, sufre una gran estacionalidad, ya que el 73 por ciento de los cruceros en el Mediterráneo tienen lugar entre mayo y octubre.

El informe establece qué medidas pueden ayudar a reducir el impacto ambiental de los cruceros, que suele ser debido a emisiones de gases contaminantes y producción de residuos, entre los que destaca la conveniencia de ofrecer electricidad en dique (shore-side electricity).

Obtener la electricidad del puerto permite a los buques desconectar los motores de producción interna con lo que se reduce la contaminación acústica, así como la emisión de gases y en consecuencia se mejora la salud de la población de la ciudad donde se ubica el puerto.

Las desventajas de ofrecer electricidad en dique es que no tiene ningún beneficio económico y la producción de energía puede tener el mismo impacto si ésta se produce en centrales que utilicen carbón.

Una alternativa es que los operadores de cruceros establezcan el uso de la reducción catalítica selectiva que convierta los óxidos de nitrógeno generados en nitrógeno diatómico o agua.

El informe propone también la utilización de depuración mediante agua de mar, para eliminar el azufre emitido.

Para aumentar el impacto económico del turismo de cruceros, la Comisión Europea apunta al incremento de al capacidad de los puertos para acoger este tipo de embarcaciones, fomentar la llegada de cruceros más pequeños, eliminar la media de edad de acceso a los barcos y fomentar la llegada de cruceros experimentados.

El informe propone también fomentar la llegada de cruceros de otras procedencias no europeas, así como expandir la temporada de cruceros.